Murder Falcon: Un cómic a ritmo de heavy metal

El cómic, publicado por la editorial Planeta, es una alegoría donde la realidad y la ficción se entremezclan creando una historia única de acción trepidante. Ritmos y acordes ponen sello a un relato de superación que comienza cuando su protagonista despierta de forma mágica a un halcón antropomórfico armado hasta el pico. Desde ese instante, y gracias al poder que confiere la música a diversos instrumentos, los integrantes del grupo Brooticus irán recorriendo el mundo mientras invocan gigantescos seres que lucharán por salvar el planeta. Oleadas de bichos van cayendo viñeta tras viñeta en escenas épicas a las que acompañan letras de conocidas canciones de heavy metal (algunas incluso referenciadas a pie de página).

Nacido en EE UU, Daniel Warren Johnson se ha convertido en uno de los guionistas a tener muy en cuenta en los últimos tiempos, sobre todo tras el éxito de 'Extremity'. A este le acompaña en los lápices Mike Spicer, que logra que el cómic sea una explosión visual que estalla en el clímax final.

'Murder Falcon' es más que un cómic. Es una experiencia narrativo-sonora que encandilará especialmente a los seguidores de este estilo musical. La trama se basa en el concepto clásico de redención. Obcecado por un hecho pasado, Jake tratará de redimir su situación con la ayuda de su nuevo compañero, Murder Falcon. Sin embargo, la oscuridad que asola nuestro mundo hará todo lo posible por evitarlo.

Iconos del heavy metal son homenajeados a lo largo de las más de 200 páginas que componen una obra cargada de sentimiento. El hecho de que su guionista toque la guitarra para soportar los problemas es una constante que no hace más que potenciar esa idea. No hace falta aun así ser un apasionado de este género musical para poder apreciar la grandeza del relato. Tampoco conocer todas las referencias, ya que muchas de ellas son explicadas de forma explícita.

Orientado a un público ávido de historias de acción, 'Murder Falcon' es capaz de transportarnos a un mundo mágico donde los acordes son más poderosos que las armas.

El dibujante de la más que recomendable 'Locke & Key', Gabriel Rodríguez, reimagina junto a Ted Adams el clásico de H.G. Wells 'La isla del Dr. Moreau'. Con una protagonista femenina, Ellie, la única superviviente de un navío que naufragó, la trama adquiere un nuevo punto de vista. Ya no solo desde la perspectiva de la mujer, sino por el cambio de situación que genera la llegada de un personaje femenino a una isla habitada por dos hombres. Una versión arriesgada donde las ilustraciones brillan en cada página.

En el islam, los Djinn son seres mágicos creados antes que el ser humano, a la par que los ángeles. A veces conceden deseos (de ahí que los conozcamos como genios) o son malvados. Partiendo de este nombre, la historia que se narra en el cómic homónimo nos lleva a dos épocas, al presente y a 1912, ambas situadas en Estambul. Allí conoceremos a Jade, la favorita del sultán, y a Kim Nelson, su nieta. Esta última seguirá la pista de su abuela con el objetivo de conocer a la que fue una de las mujeres más poderosas del país.

Panini ya recopiló este tomo hace años en formato «tapa blanca», pero debido a su innegable calidad, la editorial ha decidido llevarlo ahora a una edición más cuidada. Lejos de contarnos una historia superheroica, Natasha Romanov, la Viuda Negra, se ve envuelta en un relato que le viene como un guante. Una trama de espionaje que profundiza en los orígenes del personaje y que escribe Richard K. Morgan, la mente que está detrás de la novela 'Altered Carbon' que Netflix adaptó recientemente.

En la década de 1990, época que siempre se asocia a una de las peores etapas para los cómics de superhéroes, se idearon también varias obras que ya sea por nostalgia, o por las bases que fueron sentando, merecen ser recordadas. Una de ellas es la saga que Bob Harras, que había estado a cargo de la franquicia mutante, creó dentro de Los Vengadores. Con un villano llamado Proctor, estamos ante una trama donde héroes de diferentes universos se enfrentan sin doquier entre sí.