Málaga. Uno de los inmuebles que ha salido de la Lista Roja es este palacete barroco de la calle Atarazanas que pasó del semiabandono a su rehabilitación que le ha devuelto el brillo original. Salvador Salas

Este monumento es una ruina

Desde la romana Acinipo en Ronda al castillo árabe de Bentomiz en Arenas, la Lista Roja del patrimonio en peligro de Hispania Nostra incluye seis monumentos de la provincia, la mayor parte considerados BIC. Los rehabilitados Cortijo del Moro y la Casa barroca de Atarazanas son la cara de esta iniciativa de protección

Domingo, 7 de abril 2019, 00:41

Parece el decorado de una película de terror. Una iglesia sin techo y a cielo abierto, con paredes en las que todavía se asoman ... restos de lo que fueron pinturas gloriosas y con la vegetación convirtiendo en una selva lo que antes fue el altar mayor. Una localización impagable para una escena de un sacrificio demoníaco a lo Álex de la Iglesia. Porque para eso ha quedado el Convento de Nuestra Señora de la Consolación de Villanueva de Algaidas, cuyo abandono y expolio ha dejado en el esqueleto este antiguo cenobio con casi cinco siglos de historia. Un deterioro sine die ya que el templo y sus dependencias anexas no cuentan con protección alguna ni planes de conservación. Una situación que convierte este convento en uno de los seis monumentos de la provincia de Málaga que integran actualmente la Lista Roja de la Asociación Hispania Nostra por la defensa del patrimonio cultural. Un registro que alerta del riesgo de desaparición y destrucción de edificios en toda España.

Publicidad

«Nuestro principal objetivo es que los males que afectan a un bien no vayan a más hasta el punto de que sea irrecuperable», explica Víctor Antona, arqueólogo, conservador y miembro del comité científico de la Lista Roja. En esta UVI del patrimonio, todos los casos de la provincia están afectados por la ruina, llegando incluso al estado crítico dentro de la gravedad. Un diagnóstico que presenta el olvidado castillo árabe de Bentomiz de Arenas, una gran fortaleza que pese a su condición de Bien de Interés Cultural (BIC) se encuentra abandonado, con hundimientos y «camino de la desaparición», según constata Hispania Nostra. «Esta pérdida nos afecta a todos y nos define como sociedad ya que si tenemos el patrimonio abandonado indica lo que nos importan nuestras propias raíces», señala Antona, que añade que por cantidad y calidad España es uno de los países con mayores reservas monumentales en el mundo, lo que supone además un activo económico y turístico, pese a que en ocasiones se ve como una «carga» para los propietarios de estos espacios.

Una salida para Acinipo

El caso más popular y conocido de la provincia es el enclave arqueológico de Acinipo, la ciudad romana de Ronda, que en las últimas décadas ha sufrido numerosos expolios, saqueos y las inclemencias del tiempo. Tras dos décadas en las que solo se han desarrollado actuaciones de urgencia, la Universidad de Málaga, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Ronda, con el apoyo de la Fundación Unicaja, presentaron la semana pasada el primer plan integral para el monumento que cifra en 5,7 millones de euros la recuperación completa de este BIC que no solo guarda los secretos de la civilización romana en la Serranía, sino que además posee un gran atractivo para el turismo cultural. «Tiene tal potencialidad desde el punto de vista de la demanda que nos asombra que no se haya puesto ya en valor», explica el vicedecano de Investigación de la Facultad de Turismo de la UMA, Enrique Navarro, que ha participado en la redacción del documento que ahora está pendiente de validación por parte de la Junta de Andalucía, titular del espacio.

La torre musulmana de Torrealquería será intervenida de urgencia para detener su pésimo estado y deterioro

«El patrimonio abandonado nos define como sociedad», señala Víctor Antona, de la Lista Roja

Desde Ronda y pasando por la Sierra de las Nieves encontramos otra fortaleza en la Lista Roja, el Castillo de la Villeta de Monda. Enclavado sobre un promontorio que domina la localidad desde el siglo IX-X, su construcción actual data de la época de los almohades (siglo XII) y, según el informe de Hispania Nostra, se encuentra en «grave riesgo de desprendimiento y desplome de algunos de sus elementos compositivos, como la torre oeste, así como numerosos tramos de la muralla de la alquería». Un dictamen que confirma el especialista en Historia medieval y técnico del Ayuntamiento de Monda, Diego Sánchez Guerra, que añade que hace un año se «vino abajo un lienzo de una torre nazarí que ha dejado sin protección otra edificación poligonal al estilo de la Torre del Oro de Sevilla». El derrumbe afectó al parking del hotel aledaño, que en su construcción hace más de dos décadas incorporó algunos restos del castillo que se encuentran bien mantenidos y conservados, según explica el experto y coautor del libro 'El Castillo de Monda en la historia, la arqueología y la memoria'. Un estado que contrasta con el resto de la fortaleza, que pertenece a un privado y que ha facilitado el acceso para el estudio de la edificación y que, según Sánchez Guerra, necesita obras de «consolidación» para evitar desprendimientos.

Ese riesgo de ruina es común en casi todos los monumentos BIC en peligro, como la torre musulmana de Torrealquería de Alhaurín de la Torre, cuyo estado es «pésimo» y necesita de «forma urgente actuaciones de emergencia que impidan su derrumbe definitivo», según el dictamen de la Lista Roja. No obstante, su futuro es más halagüeño. Para detener su deterioro, el consistorio realizó en 2017 un plan de actuación para detener el deterioro que fue presentado en verano de aquel año a la Junta de Andalucía para su aprobación.

Publicidad

«A finales de 2018 nos han contestado al fin afirmativamente y esta semana ya hemos firmado con la empresa adjudicataria», asegura la concejala de Patrimonio Histórico-Artístico y Medio Ambiente de Alhaurín, Marina Bravo, que añade que la actuación tendrá un coste de 80.000 euros y consistirá en una intervención de emergencia para evitar nuevos derrumbes, consolidación de estructuras, arreglo de paramentos, limpieza del monumento y estudio arqueológico. «Para nosotros tiene un valor especial ya que precisamente nuestro pueblo lleva el apellido 'Torre' en su nombre», afirma Bravo, que recuerda que esta edificación nazarí del siglo XIII se encuentra junto a la alquería en la que fue capturado el general Torrijos y sus hombres en el siglo XIX.

Trapiche del Prado: Estado actual de la antigua azucarera de Marbella. Castillo de Bentomiz: Gran fortaleza afectada por derrumbes, la vegetación y el abandono. Torrealquería:Su mal estado será corregido con una actuación urgente. Josele-Lanza | SUR

En la arqueología industrial ocupa un puesto destacado el Trapiche del Prado, la azucarera de Marbella, que se construyó en 1644 y llegó a pertenecer a la Santa Inquisición. Remodelado y ampliado a comienzos del siglo XIX, esta gran edificio pasó a manos municipales cuando en 1992 fue cedido por Mateo Álvarez para su remodelación y conversión en una residencia pública de mayores. No obstante, sucesivos intentos de cumplir los deseos del donante nunca se materializaron y, por contra, durante la etapa de la 'era GIL', se llegó a usar de caballerizas. El estado actual del inmueble es «deterioro progresivo por abandono» en el que tiene especial incidencia la vegetación y el matorral salvaje que «está provocando grietas y destrozos graves» que podrían detenerse en breve con la última iniciativa del Ayuntamiento de Marbella de cumplir el deseo de Álvarez de reconvertir este histórico espacio en una residencia para lo que ha puesto en marcha un estudio de su estado y para cuya construcción se ha reservado diez millones de euros procedentes de los fondos obtenidos por los casos de corrupción. El primer paso para su conservación se está ejecutando en este momento con las obras de consolidación del edificio para detener su deterioro por un valor de 110.000 euros.

Publicidad

Por su parte, el pasado 14 de febrero se unió in extremis a la Lista Roja el edificio que albergó la pensión La Mundial, incluido en el proyecto para regenerar la zona de Hoyo de Esparteros con un hotel del arquitecto Rafael Moneo. El derribo ya tenía los permisos municipales y, finalmente, se ejecutó el pasado domingo.

Luz verde en la lista

La iniciativa de la Lista Roja no sería posible sin la colaboración de arqueólogos, arquitectos, ciudadanos y asociaciones que proponen los monumentos que se incluyen en este registro de monumentos en peligro. «En los últimos treinta años hemos dado un salto espectacular y de gigante en la preservación de este patrimonio deteriorado por parte de los propietarios y las administraciones», señala el asesor de Hispania Nostra Víctor Antona, que pone el acento en dos bienes de la provincia que recientemente han pasado del color rojo al verde con su preservación.

Publicidad

El primero de ellos es además muy desconocido dentro del patrimonio de la provincia, el columbario romano de Cortijo del Moro de Benalauría, que presentaba problemas de consolidación y cuidados, pero que ha revertido su estado cuando la propiedad no solo afrontó su limpieza periódica, sino que también instaló un sistema de evacuación de aguas que ha solucionado el principal problema de conservación que amenazaba el bien. Unas actuaciones que han garantizado el futuro a la denominada Cueva del Moro que, realidad, guarda en su interior una cámara sepulcral de planta rectangular del siglo I después de Cristo que, con sus sillares y su sólida construcción, nos indica la cercanía en la zona de familias prósperas y acomodadas en la época romana que lo utilizaban para depositar sus cenizas para la eternidad.

Columbario Benalauría: Cámara sepulcral época romana en pleno Valle del Genal. Castillo de Monda: Torre oeste en la que se aprecian derrumbes que afectan al monumento. Convento de Algaidas: El estado de abandono y el expolio han dejado en el esqueleto este histórico cenobio SUR | D. Sánchez Guerra | SUR

El otro caso de patrimonio rescatado es todavía más espectacular ya que no solo supuso su consolidación, sino su completa restauración. Se trata de la casa barroca del número 11 de la céntrica calle Atarazanas de la capital y que se atribuye al arquitecto José Martín de Aldehuela (al que se debe la Catedral de Málaga y el Tajo de Ronda) que pasó del semiabandono a recuperar el brillo con una actuación que rehabilitó su lujosa fachada y la cubierta. «Esta recuperación es relevante para una ciudad rica en estos palacetes», explica el historiador y profesor de la UMA Víctor Heredia, que enumera otras cuentas pendientes que bien podrían integrar la vigilancia de la Lista Roja, como la fábrica de la Luz de calle Purificación, la azucarera de El Tarajal o el torreón del siglo XVIII de la Casa de las Monjas de El Perchel. «Hay muchos más casos que, en esta ciudad en la que no tenemos un monumento emblemático o único, cobran una gran importancia patrimonial ya que el gran valor de la marca Málaga es su conjunto», apostilla el experto.

Publicidad

Acinipo: La ciudad romana de Ronda es el principal yacimiento en extensión en peligro en la provincia. SUR

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad