La mitología geométrica y colorista de Cabra de Luna se apodera de la galería JM
El artista malagueño expone su obra reciente en la que la explosión tonal se contrapone a la mesura de las obras de pandemia
Lleva un verso de Guillermo Carnero grabado en la memoria. Y lo recita como lo haría un lector militante: «Los dioses nos observan desde la ... geometría que es su imagen». «Esta frase explica mi obra porque yo intento alcanzar la imagen de los dioses y la geometría me ayuda a llegar estas divinidades en el sentido grecolatino: mis dioses son afables y humanos», se confiesa José Manuel Cabra de Luna delante de un gran mural de 16 metros cuadrados que impacta y preside su nueva exposición en la galería JM, 'Pintar, escribir, mostrar', la primera individual en cinco años. La primera tras la pandemia. La muestra se inaugura este viernes con casi una treintena de piezas recientes habitadas por cuadrados, triángulos, líneas, círculos y cubos milimétricamente calculados y que cobran vida a través del color o su ausencia.
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La exposición
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Título: 'Pintar, escribir, mostrar'
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Autor: José Manuel Cabra de Luna
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Lugar: JM Galería, Duquesa de Parcent, 12, Málaga
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Inauguración: Este viernes, 23 de junio, a las 20,30 horas. En exposición hasta el próximo 20 de octubre.
La explosión tonal entra por los ojos en el gran fresco creado por Cabra de Luna para esta exposición que observa la galería como si fuera el ojo de un Zeus mortal ya que que desaparecerá cuando acabe la exposición el próximo mes de octubre. Una pieza con un toque pop para todo aquel que piense que esos triángulos de colores que forman una gran circunferencia bien podrían ser los quesitos de un ganador del Trivial. «No sé jugar a nada», aclara con una sonrisa Cabra de Luna, que no es del todo sincero porque le encantan los juegos de colores. Y además, no reniega del arte pop con el que comparte una debilidad: «A muchos pintores les da miedo el color y hablan de los colorines o los tonos chillones de forma peyorativa, pero a mí me parecen una maravilla».
Entre la geometría y el pantone, la nueva exposición construye la última mitología estética y ética de José Manuel Cabra de Luna, que se desnuda de las formas complejas para buscar la esencia de la figuras sencillas que se distribuye entre las dos plantas de la galería JM. Y no es solo una división física, sino también artística, estilística y metafórica. Arriba, el color. Abajo, el pastel. Arriba, la explosión. Abajo, la calma. Arriba, las grandes obras. Abajo, el pequeño formato. Arriba, la libertad. Abajo, la pandemia. «Cuando acordé con Javier -Marín, el galerista- la exposición, le dije que me tenía que dejar hacer un gran mural porque disfruto mucho haciéndolo y tiene un impacto que contrasta con esa obra serena y de quietud que se exhibe abajo», destaca el pintor a pie de exposición sobre su gran fresco efímero y difícilmente vendible que es también poco habitual en una galería privada ya que es más propio de una exposición en una institución pública.
Obra de la casualidad
La obra se exhibe en la misma sala que un lienzo central en la exposición, '101 cuadrados', una pieza con tantas figuras geométricas como dice el título y de una precisión técnica absoluta. De la original han salido series más pequeñas de nueve cuadrados de colores que también se exhiben e invitan a jugar encajándolos dentro de la gran obra, y una plantilla, 'Apunte para 101 cuadrados', en la que el artista creó cada tono y los enumeró y matriculó en una suerte de guía o tabla periódica de los elementos que, vista con distancia, acabó despertando como una obra con vida propia. «Surgió de la casualidad como una pieza mitad conceptual mitad expresionista que no es de una factura perfecta, pero con personalidad», explica José Manuel Cabra de Luna, que ha usado este diseño para anunciar la nueva exposición.
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Si el color está en la planta a pie de calle, bajando la escalera la exposición pierde cromatismo y se deja conquistar por los tonos suaves e incluso oscuros, con obras más experimentales creadas sobre cartulina negra y lápiz blanco. «Esto es pandemia. Un tiempo en el que era hasta difícil comprar pintura, por lo que son piezas más pequeñas, sobre papel y con lápices de colores, lo que tenía en casa», cuenta el artista, que exhibe estas colección en la planta baja. Un espacio que no es difícil identificar con algo parecido al infierno en la mitología colorista y contagiosa de Cabra de Luna. Aunque un averno sereno, a imagen y semejanza de su creador.
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