¿Qué pasó en la inauguración de los Baños del Carmen?

Muchos datos y mucha documentación para ambientar su novela en aquel 1918. Muchas cosas pasaron en esa ciudad que empezaba a ser símbolo de lo que se ha convertido en la actualidad: «Más allá de los datos y la búsqueda histórica que hay que hacer, un factor es el que cuenta: hay cosas que aún perviven en la arquitectura y que se pueden seguir viendo cuando se pasea por Málaga. Ha sido apasionante», valora la autora.

El entorno de la historia de la muerte de Verónica tiene una zona clave en el pasado de la ciudad: el barrio de La Caleta. «Una de esas villas de recreo que en realidad eran palacetes... Las paredes no conocen a nadie pero nosotros sí que conocemos las paredes. Ese entorno y esa familia adinerada influye mucho en la manera de contemplar la vida de esa familia y en los hechos que ocurren», desvela Pilar Pascual cuando habla del lugar como un elemento importante.

El lugar... Tantos lugares que la imaginación visita al leer las páginas de este libro: el Cementerio Inglés, la plaza de Riego (actual plaza de la Merced), el puerto, Paseo de Sancha... Y hay un evento que marcó un antes y un después en Málaga y que también significa un punto importante para la historia: la inauguración de los Baños del Carmen (16 de julio de 1918), ese lugar tan emblemático y lleno de historia de la ciudad. «Cuando su hija echa la vista atrás para plantearse cada hecho de aquel verano en el que murió su madre, uno de los momentos clave fue ese día, el de la inauguración de los Baños del Carmen», confiesa Pilar Pascual. La historia que conoció sobre este lugar le hizo convertirlo en un escenario de este libro: «Hasta entonces los balnearios eran de interior y las señoras y los caballeros estaban separados. Con los Baños del Carmen hay un inicio que marca: la apertura de baños conjuntos en familias para mujeres, hombres, niños, niñas, todos se podían bañar. Y empieza a concebirse la playa como puro placer y no solo como fin terapéutico. Desconocía toda esa dimensión y al escribirlo me ha encantado. ¡Ahora lo veo con otros ojos!», apunta la malagueña.

La familia, clave

Sin duda, lo que Pilar Pascual quiere que destaque al terminar las páginas del libro es la relación entre madre e hija: entre Verónica y Olivia. «Al final es una novela intimista, es verdad que parte de un 'thriller' pero al final el asesinato acaba siendo lo de menos. La novela está tan llena de la relación de esa hija con esa madre que eso es lo que más se queda en la mente del lector cuando ha terminado», aclara la escritora. Y es que, a medida que van pasando las páginas de 'El viento que sopla salvaje', el lector va descubriendo una historia que la narradora, Olivia, casi ni es capaz de percibir. «Es verdad que aparece como otra historia con ciertos tintes míticos que ni ella misma percibe. Es como un narrador inconsciente, no vamos a desvelar mucho más», comenta.

Verónica es un huracán: «Una personalidad como la de ella deja huella en cualquier persona», ratifica Pilar Pascual. Tiene poco más de 40 años cuando muere, pero es un personaje «muy salvaje». «Como dice en la novela: 'El mundo me va con 200 años de retraso'». Ahora, un mundo poco más de cien años después, tiene una historia con nombres propios de mujeres que ya luchaban por sus derechos en aquellos tiempos. Como 'El viento que sopla salvaje', de Pilar Pascual.