'Marrón cobalto', el lado oscuro (literario) de un 'hacker' bueno
Sergio de los Santos, director del laboratorio de ciberseguridad de Telefónica, recibe una mención especial en el Premio Ateneo de Madrid por su primera novela
Un novelista de éxito que mantiene una doble vida como 'hacker' sería un personaje de lo más resultón en un 'thriller'. Pero ¿y si fuera ... al revés? La faceta profesional conocida de Sergio de los Santos ha estado centrada en la lucha contra el cibercrimen, pero desde que era adolescente alimenta un 'alter ego' literario secreto... hasta ahora. El director del Laboratorio de Innovación en Ciberseguridad de Telefónica asiste con cierto pudor a su destape como escritor a raíz de la publicación de su primera novela, 'Marrón cobalto', mención especial en el Premio Ateneo de Madrid 2020.
De los Santos es autor de varios superventas, pero no literarios sino de ciberseguridad, como 'Máxima seguridad en Windows: secretos técnicos'. Lo que no sabía casi nadie en su entorno profesional era que había escrito una novela.
«Le robo la frase a Antonio Ortiz: soy un informático de letras. No es que me haya dado por escribir en el confinamiento. Escribo desde que la 'Trilogía de Nueva York' de Auster me voló la cabeza cuando estudiaba en el instituto. Me daba pudor contarlo porque le tengo mucho respeto a la literatura», confiesa el responsable del departamento de I+D en ciberseguridad de Telefónica, que en esa otra vida literaria ha sido alumno del taller Paréntesis, publicado relatos en antologías (como 'Desahuciados, relatos de la crisis') y ganado algún concurso de microrrelatos.
En 2010, De los Santos empezó a escribir 'Marrón cobalto', una historia «de perdedores, pero de los de verdad, de los que nunca terminan ganando ni en la vida ni en el amor», según la define Enrique Pascual Pons, presidente del Gremio de Librerías de Madrid. Cuando puso el punto y final, cinco años después, la guardó en un cajón. «No quería autoeditarme. Con todo el respeto por quien opta por esta vía, no creo en los atajos y tenía claro cuál era mi camino: sólo publicaría si alguna editorial consideraba que mi trabajo merece la pena», explica el informático y escritor malagueño.
Tuvo que ser una amiga la que, en 2019, sacara su novela del cajón –con su permiso– y la presentara al premio Ateneo de Madrid. «No gané, pero entre casi 400 obras me dieron una mención especial que ni siquiera estaba en las bases. Además, parte del jurado se empeñó en que publicara y Ediciones de la Torre, una editorial muy 'indie' que conecta con el estilo de mi novela, se interesó por ella», cuenta De los Santos.
Dos años después, con su ópera prima ya en las librerías, el malagueño ha cumplido el sueño de firmar en la Feria del Libro de Madrid. «Yo me conformaba con firmar uno y han sido bastantes más», cuenta satisfecho. «La gente se acercaba por la portada [una obra de Egon Schiele] y las reseñas de la contraportada le convencían», explica. Reseñas como la del mencionado Pascual Pons: «Cruda, sórdida en ocasiones pero extremadamente poética, te atrapa desde el primer momento y al terminarla necesitas varios días para digerirla, dejando un poso difícil de olvidar». O como la del expresidente de la Federación de Gremios de Editores de España, Miguel Barrero: «Esta novela es radical y distinta. Una narración que no deja indiferente. Sergio se merece entrar en nuestro panorama literario porque suma talento».
El egoísmo humano
De los Santos admite que la suya «no es una novela fácil» y confía en que funcione «en el largo plazo». Los personajes no tienen nombres, ni siquiera el protagonista, que se refiere al resto con apelativos. Nada se muestra como es. Incluso la ciudad y el tiempo en el que se desarrolla la historia se ocultan. «Quería representar los secretos que todos guardan y trascienden al relato en forma de pistas y sugerencias», explica. «Creo que mi novela va sobre todo del egoísmo. También de cómo podemos llegar a ser prescindibles en la vida de personas en las que confiamos», apunta el autor malagueño.
Pese a las buenas críticas, De los Santos no prevé dar un volantazo a su carrera profesional. «Escribir es un 'hobby' que se me ha ido de las manos», bromea. «'Marrón cobalto' es mi primera y probablemente última novela. No me planteo la segunda porque tengo demasiado respeto al oficio; requiere muchísimo tiempo y esfuerzo, aunque ahora parezca que escribir un libro es como colgar una foto en Instagram», añade.
«Los ingenieros también deberían aprender a comunicar»
La habilidad de Sergio de los Santos para escribir y la comunicación en general le han dado «muchas alegrías» en una profesión tan técnica como la suya. «Deberían enseñar a comunicar en las ingenierías técnicas. Un problema muy común en los técnicos es el no saber expresarse con claridad; a mí me han buscado siempre para hacer de traductor entre la parte técnica y la de gestión», apunta quien fue durante muchos años responsable de la mítica 'newsletter' de ciberseguridad 'Una al día' de Hispasec.
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