Andrés Neuman: «El photoshop ha acabado invisibilizando nuestros cuerpos»

«Este libro parece hasta subversivo porque nos han enseñado a sentirnos acomplejados por nuestro cuerpo cuando la normal es tener imperfecciones y los diferentes no somos nosotros, sino precisamente a los que vemos en las pasarelas», reflexiona Andrés Neuman, que se llena de humor, poesía y un punto de erotismo para este recorrido físico que arranca fijándose en los detalles de nuestra piel, que guarda la memoria histórica de nuestra vida, y termina en el alma que el autor evita buscar por el corazón o la cabeza para encontrarla en todo el cuerpo y en los pequeños recovecos inesperados, como la lengua o el codo. Porque como un buen músculo, el alma también se entrena. «La piel y el alma son dos partes especiales porque una es la puerta de entrada en nuestro cuerpo y la otra es la salida», señala el autor de 'El tobogán' y 'El viajero del siglo', que no obstante evita elegir un órgano preferido o preferente de su 'Anatomía sensible'.

Y aquí explica que su libro es también político y social. «Si el cuerpo fuera un país, muchas personas estamos cansados de que siempre se hable de las mismas regiones, porque lo importante es la sinergia y la colaboración entre las partes de un todo que se necesitan», explica Neuman que, frente al independentismo de los telediarios aboga por aprender de los conexiones de nuestro propio ser. «Pensar en las exclusiones económicas, laborales y de visibilidad de las personas mayores me parece una política más interesante que mirar el debate de esta noche –por ayer–», confesó Neuman que aseguró que esta campaña o el ejercicio diario de la política se han convertido en «parte de la industria del entretenimiento».

Frente a ello, 'Anatomía sensible' reivindica a todo tipo de cuerpos para hacer realidad aquel eslogan de que la arruga es bella. «Pero es bella desde el punto estético y no cosmético, lo que pasa es que hemos convertido estas palabras en sinónimas, pero mientras lo estético es parte de la filosofía que piensa el sentido de la belleza, la cosmética es lo contrario, la reproducción obediente de un modelo que no se cuestiona», considera Andrés Neuman que no solo reivindica todos los físicos en su libro corpóreo, sino también todas las literaturas. Porque el volumen también escapa a cualquier canon para entrar en el territorio de lo inclasificable. Se respira poesía, aunque el formato parezca prosa y su lectura te lleve por los pliegues del ensayo. Difícil de encasillar en las estanterías de los géneros de una librería. O de unificar con un filtro de instagram.