Juan Eslava Galán.

«La nueva guerra la van ganando los alemanes gracias al euro»

Juan Eslava Galán, escritor

María Eugenia Merelo

Miércoles, 18 de marzo 2015, 01:10

Dice que tiene sentido del humor y se nota. Y no solo en sus libros, que ya son una prolífica familia con más de setenta ... títulos entre ensayos y novelas. Juan Eslava Galán (Arjona, Jaén, 7 de marzo de 1948) no quiso cultivar olivos como su padre. Prefirió cultivar la historia y la literatura con un arte narrativo en el que la ironía es marca de la casa. Su trabajo ha sido reconocido con un buen número de galardones. El primero, el Planeta, en 1987. El, último, el Premio Primavera, hace unas semanas por 'Misterio en casa de Cervantes'. Después de desbrozar la Primera Guerra Mundial, nos sirve ahora 'La Segunda Guerra Mundial contada para escépticos', que hoy presenta en la Fnac de Marbella (20.00 horas) y mañana en la de Málaga (19.00 horas).

Publicidad

Vuelve a dirigirse a los escépticos para fotografiar literariamente la Segunda Guerra Mundial. Ya lo hizo con la Primera. ¿Tantos incrédulos tiene la historia?

Es una manera de abordarla. La historia casi siempre la escriben los vencedores y lo hacen siempre con las personas importantes, con las grandes figuras. Cuando hablamos de la Segunda Guerra Mundial, ¿de quién hablamos? Pues de Hitler, de Churchill, de Roosevelt o de Stalin. Y poca gente piensa en las pequeñas figuras, que son los que están padeciendo la guerra, los que están en las trincheras o en los submarinos. Sin olvidar los grandes nombres, incido en ver cómo repercute en el ama de casa, en la vida diaria de cada país. Ese toque personal o distinto es el que le doy a cada libro.

Sin duda la gran figura de esa guerra fue Hitler. Y lo retrata como un hombre desarraigado, pintor mediocre, con pocas lecturas mal digeridas, grandes dotes de orador y bastante holgazán. ¿Qué hubiese pasado si hubiese sido un hombre culto, inteligente y activo?

Un hombre culto e inteligente no hubiese sido un fanático como él lo fue: quiso crear una raza superior perseguidora de unas supuestas razas inferiores. Creo que si los alemanes caen en manos de un líder que no hubiese sido tan loco como él pero hubiese sido igualmente fanático, quizás hubiese sido otro el efecto de la guerra y la suerte del mundo. A lo mejor tenemos que alegrarnos de que en el fondo fuera un loco que llevó a Alemania al desastre.

Escribe de los errores de Hitler, ¿cuál fue el peor de todos?

Cometió algunos bastante gruesos. Uno de ellos fue meterse en la guerra. Un país como Alemania, que no tenía reservas de petróleo ni de acero, no podía sostener una guerra moderna. Otro error fue meterse con Rusia, despreciando la potencia industrial, demográfica y económica que tenía. Hubo una concatenación de errores. Por encima de todos, quizás el error principal fue empeñarse en dirigir la guerra él, que no tenía más conocimientos militares que los de un cabo, en contra del parecer de sus generales, que una de las primeras cosas que le desaconsejaron es que entrasen guerra y que la hiciese de aquella manera.

Publicidad

Define los campos de exterminio como paraísos de los sádicos. ¿Tantos metros cuadrados de sádico había o hay en la humanidad?

Lamentablemente sí. Y eso se va demostrando a cada paso y en cada guerra. En cada contienda vemos cómo personas que han tenido una crianza, digamos civilizada, se transforman. Estoy pensando en 'John el yihadista', el británico enmascarado que degüella a los rehenes en la guerra del Estado Islámico en Oriente. Ese tipo, al parecer se educó en un colegio inglés, tuvo una educación occidental, era de lo más normal y, de pronto, sale la bestia que hay dentro, y vemos de lo que es capaz. Sí, la sorpresa es como de la humanidad siguen saliendo este tipo de personas.

Corrupción

Las cifras más pesimistas hablan de 70 millones de muertos en la Segunda Guerra Mundial. Parece que han servido para poco.

La humanidad siempre, después de una guerra como esa, piensa que va a ser la última, y no aprende. Y volvemos a incidir. Y no hablo de guerras africanas entre tribus, estoy hablando de las que hemos vivido en los Balcanes recientemente o la inmediata que estamos viviendo en Ucrania. Europeos, con cultura europea. Gente normal, como podemos ser nosotros, y de repente se enzarzan en una guerra tan cruel como esa.

Publicidad

¿No nos debería dar vergüenza que la palabra genocidio siguiera figurando en el diccionario?

Pues sí, debería darnos algo más que vergüenza. Pero ahí la tenemos y muy bien puesta, porque de vez en cuando sale algún loco que intenta erradicar una raza, una nación o una cultura.

En aquella Europa, el saqueo y de la corrupción eran moneda corriente. ¿De aquellos polvos vienen estos lodos?

Es la historia de la ambición humana. Casi siempre, el que puede robar, roba. Las personas que son amorales e inmorales roban en cuanto que tienen ocasión. Una guerra siempre es una excelente ocasión para aprovechar y robar los bienes ajenos con un pretexto muchas veces ideológicos. Es lo que hicieron los alemanes: saquearon Europa .

Publicidad

Pero en España no estamos en guerra y la corrupción está a la orden del día.

No hace falta una guerra para ser corrupto. Estamos viendo que, desgraciadamente, somos una democracia bastante insegura y eso da lugar a que muchos políticos hayan metido la mano en el cajón. Y ya estamos viendo la reacción de la gente, casi unánime.

Desde su atalaya de historiador, ¿cómo ve el futuro de Europa?

Estamos en un cambio histórico, como cuando cayó el Imperio Romano. Sabemos de dónde venimos, pero no sabemos a dónde vamos.

¿Tendrá que contarle algún día a los escépticos la Tercera Guerra Mundial?

Publicidad

Creo que no. Aunque en realidad ya la estamos viendo. Es una guerra económica. Y la nueva guerra la van ganado los alemanes gracias al euro, que es su arma secreta. Y en esa batalla nos están metiendo a todos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad