La zona que queda bajo la calle Alcazabilla es la que se quiere hacer visitable desde hace cinco años. Salvador Salas

La Junta fracasa en su tercer intento de hacer visitables los restos arqueológicos junto al Teatro Romano de Málaga

La Consejería de Cultura vuelve a declarar desierto el concurso para ampliar el recorrido por los vestigios de una factoría de garum y unas termas bajo la calle Alcazabilla

Miércoles, 19 de noviembre 2025, 11:42

Esta vez a la tercera tampoco fue la vencida. La Junta declara desierto su tercer intento por licitar las obras para ampliar las zonas visitables ... del Teatro Romano bajo la calle Alcazabilla. Ninguna empresa ha concurrido al concurso público, pese a que el presupuesto en esta ocasión se había incrementado hasta los 147.318,32 euros (con IVA) -frente a los 93.333 euros- tras introducir cambios en el proyecto.

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El monumento más visitado de la red andaluza, después de la Alhambra, no encuentra quien quiera potenciarlo. En este último lustro, el Gobierno andaluz ha intentado sin éxito contratar los trabajos para realizar una pasarela por la que los visitantes del Teatro Romano puedan contemplar los vestigios que, actualmente, solo pueden apreciarse parcialmente bajo una pirámide de cristal situada en el centro de la calle. Han sido cinco años de trámites y tres licitaciones fallidas. Y el Teatro Romano sigue hoy en el punto de partida.

Durante las obras de peatonalización de calle Alcazabilla, hace ya 15 años, aparecieron los restos de unas piletas de fabricación de 'garum' que pertenecieron a una amplia factoría romana que se extendió por todo este ámbito cuando el teatro cayó en desuso. Además, fueron descubiertos partes de pavimentos que pertenecieron a las termas republicanas anteriores a la construcción del Teatro Romano, fechado en el siglo I y abandonado en torno al siglo III.

En enero de 2020, la Consejería de Cultura inició los trámites para contratar la redacción de un proyecto de obras que permitiera habilitar un recorrido para visitar esos hallazgos, como ya sucede en el Teatro Romano. En agosto de ese año, el diseño de esa intervención fue adjudicado a la empresa de Almería Unión para la Mejora de la Construcción, por un importe de 14.250 euros y un plazo de cuatro meses para su elaboración. Sin embargo, los reparos de los técnicos de la Consejería de Cultura al trabajo que la propia Junta había encargado hicieron que su aprobación no fuera posible hasta marzo de 2023. Hasta en cinco ocasiones se modificó el diseño original para obtener la versión definitiva.

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La intervención engloba trabajos de limpieza y consolidación de muros y perfiles arqueológicos, y la ejecución de una pasarela con lamas de madera para aproximarse a los restos bajo la calle Alcazabilla desde una zona de mirador. Asimismo, incluye el desarrollo de una aplicación de realidad aumentada y la generación de códigos QR para mostrar al público la historia de los restos.

En junio de 2023, la Consejería de Cultura sacó a concurso las obras con un presupuesto de 93.333 euros, que contaba con una financiación europea del 80%, y un plazo de ejecución de seis meses. Sin embargo, quedó desierto porque se presentó una única oferta que fue rechazada por la Junta por una cuestión relacionada con el responsable de las obras. En 2024, el Gobierno andaluz intentó de nuevo la contratación de la actuación. Se inició una nueva licitación y llegó a proponerse una empresa como adjudicataria, pero la Junta le requirió una documentación que no presentó, por lo que el concurso volvió a declararse como desierto.

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Tras este segundo revés, Cultura optó por encargar a la misma empresa almeriense que redactó el proyecto en 2020 una revisión del documento para frenar el deterioro de los muros que rodean las excavaciones bajo la calle Alcazabilla y el talud del acceso sur al Teatro Romano. En diciembre de 2024, se terminó de redactar la última versión del proyecto, que también recibió reparos de los propios técnicos de la delegación de Cultura.

Finalmente, tras la subsanación de esos reparos y el visado del Colegio de Arquitectos el pasado mes de mayo, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico del pasado mes de junio dio el visto bueno a este último diseño de la actuación, cuyo presupuesto se ha ampliado hasta los 147.318 euros, si bien su plazo de ejecución se ha reducido de seis a cinco meses. Uno de los cambios introducidos consiste en una leve reducción de la superficie de la tarima desde la que se contemplarán los restos, para evitar el acceso descontrolado del público desde ese punto al Teatro Romano.

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El nuevo concurso fue publicado el 12 de septiembre, confiando en que estos cambios en el expediente animaran a los licitadores. Pero finalizado el plazo, el pasado 16 de octubre, ninguna empresa había presentado su oferta.

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