Zona baja de la Alcazaba en la que se observan partes deterioradas en los muros defensivos de la fortaleza. FRANCIS SILVA

Junta y Ayuntamiento de Málaga pactan un plan para restaurar la Alcazaba ante el fracaso del programa anterior

El proyecto municipal de mejoras de 2017, que iba a invertir siete millones, da paso a la redacción de un nuevo documento de rehabilitación «global» a petición de la Consejería de Cultura

Miércoles, 6 de enero 2021, 00:56

La restauración del conjunto Alcazaba-Gribralfaro es de esos temas que se resisten a abandonar las almenas de la eternidad. Protegido por su condición ... de BIC, su catalogación también actúa como una fortaleza burocrática que desespera cualquier avance. El monumento muere de éxito al ser el más visitado de la provincia –1,2 millones en 2019, una cifra que será sensiblemente menor en 2020 por la pandemia–, mientras mantiene partes cerradas, sin estudios arqueológicos desde hace años y deteriorándose progresivamente sin que se actúe de manera definitiva. Una situación con la que quiso acabar el ambicioso Plan de Mejoras cuatrienal presentado en 2017 con una inversión prevista de siete millones de euros que, aunque ha incluido algunos avances en la gestión, ha resultado un fracaso para la rehabilitación del palacio-fortaleza. Por ello, la Junta y el Ayuntamiento han acordado la redacción de un plan de conservación a largo plazo que permita abordar por fin la restauración de una manera integral. El paso adelante es que, por primera vez, ambas partes –el Consistorio como propietario y la Consejería de Cultura como garante de la protección de este Bien de Interés Cultural– han consensuado una salida a la recuperación del milenario monumento.

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«Vamos a redactar un plan de conservación que nos permita actuar en la Alcazaba de manera global y con más presupuesto», explicó a SUR la concejala de Cultura, Noelia Losada, que, junto al edil de Ordenación del Territorio, Raúl López, se reunió el pasado mes de diciembre con la delegada de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta en Málaga, Carmen Casero, para unificar las actuaciones y proteger y recuperar definitivamente el conjunto palaciego-defensivo.

«La Junta nos ha pedido que no estamos presentando pequeños planes de 150.000 euros cada año como se estaba haciendo y lo que nos ha solicitado es que elaboremos un proyecto de conservación a largo plazo de 5, 6 o 10 años con todo lo que hay que acometer en la Alcazaba», señaló Losada. De esta forma, la asistencia técnica que la Gerencia de Urbanismo tenía contratada para el monumento ya ha empezado con la redacción de este documento de rehabilitación, que no obstante deberá dotarse de más medios económicos para su redacción completa y la incorporación al equipo de un arqueólogo y un historiador al tratarse de un plan integral de conservación. Además, la concejala ha pedido que se incluya la «posibilidad de la puesta en valor y apertura del barrio de viviendas», una de las zonas clausuradas de la Alcazaba, junto a los baños árabes.

Pese al tiempo perdido, la concejala de Cultura destaca que «lo importante es que ya estamos de acuerdo con la Junta en que hay que hacer un plan de conservación». No obstante, Losada reconoció la falta de operatividad del anterior plan al afirmar que «no vamos a seguir toda la vida con estas partidas de 150.000 euros», las cuales además llevan tramitaciones por separado que han ralentizado su puesta en marcha. Tanto la de 2017 como la de 2019 están todavía en fase de subsanación de requisitos por parte de la Gerencia de Urbanismo, por lo que no se han podido ejecutar, aunque la concejala aseguró que ambas inversiones se realizarán independientemente del desarrollo del plan de conservación.

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Precisamente, en el último de estos expedientes se encuentra la actuación urgente sobre el muro del Castillo de Gibralfaro que se cayó en noviembre de 2018 y que más dos años después no se ha podido reparar pese a su emergencia por la complejidad del procedimiento administrativo para actuar en este BIC.

Reinvertir en la Alcazaba

El Plan de Conservación tratará así de poner solución al fracaso del anterior Plan de Mejoras de 2017 que incluía tanto la rehabilitación del palacio y del castillo, como la modernización de su gestión de usuarios. Mientras que la restauración sigue pendiente, en el capítulo de visitas es donde se vieron algunos cambios con la instalación de nuevas máquinas expendedoras, la puesta en marcha de un servicio de audioguías, una nueva página web sobre el monumento y la subida de las tarifas –aumentó la entrada conjunta de 3,55 a 5,50 euros–. Este incremento se justificó con el objetivo de invertir lo recaudado en el monumento para su conservación –3,2 millones de euros en 2019–, pero no fue así. «De todos los equipamientos culturales, la Alcazaba-Gibralfaro es el que más factura, por lo que tengo el compromiso del Área de Economía de que una parte de esos ingresos se reviertan en el conjunto y así va a ser porque este plan de conservación se va a llevar muchísimo más dinero del que en principio estaba previsto», afirmó Noelia Losada, que añade que será la asistencia técnica la que determine la inversión total en la fortaleza.

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Mientras se desarrolla este programa de rehabilitación integral, también colean otras actuaciones anunciadas, como la renovación de la desfasada señalización para sustituirla por soportes con explicaciones en cinco idiomas. Una intervención con cargo a los fondos Edusi y que está todavía en fase de adjudicación de su contrato. Y es que hasta renovar un cartel en la Alcazaba requiere superar unas murallas más altas que la propia fortaleza.

Cultura fija en este primer trimestre el cambio legal para poder vender entradas al monumento por internet

En ese proceso de modernización que emprendió en 2017 el conjunto monumental Alcazaba-Gibralfaro también figuraba su salto a internet que, por el momento, solo se ha conseguido a medias. La fortaleza-palacio ya tiene presencia en redes sociales con cuenta propia y ha estrenado una nueva web más completa, pero solo sirve de promoción ya que no ofrece la posibildiad de adquirir entradas por Internet, que además de facilitar el acceso es el medio recomendado para las visitas en este tiempo de pandemia. Para dar este servicio, el Ayuntamiento está realizando un cambio legal que la concejala de Cultura, Noelia Losada, ha fijado para el primer trimestre de 2021.

La explicación para que la adquisición de tickets on line no se haya puesto en marcha es simple, aunque, como todo en el monumento, la tramitación es compleja. Y es que las entradas se regulan mediante una tasa municipal, por lo que un impuesto no se puede reservar por Internet. Por ello, el Área de Cultura trabaja para que los billetes dejen el estatus de tributo y pasen a regularse bajo la figura de un precio público, lo que ya permitiría vender entradas a través de la página web. «Vamos superando fases en este procedimiento y espero que este primer trimestre podamos hacerlo realidad», aseguró la concejala.

EL MÁS VISITADO DE MÁLAGA

  • 3,2 millones de euros dejaron en 2019 en las taquillas del conjunto Alcazaba-Gibralfaro los 1,2 millones de personas que visitaron el monumento. Aunque en 2020 habrá descendido considerablemente esta cifra por la pandemia, la gran cuenta pendiente del Ayuntamiento sigue siendo invertir ese dinero en su conservación.

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