Juan Ortega abre la puerta grande en la Picassiana tras una sinfonía de toreo lento por malagueñas
Toros. ·
Cayetano y Pablo Aguado cortan una oreja en una entretenida tarde con una gran entrada en los tendidosEl 8 de abril de 1973 falleció en la localidad francesa de Mougins Pablo Ruiz Picasso. Medio siglo después, en Málaga, la ciudad que le ... vio nacer, se celebró la Corrida Picassiana, un festejo extraordinario que recuerda cada año la figura del universal pintor que vio la luz en la plaza de la Merced. La Malagueta, donde el artista se aficionó a los toros, lució sus mejores galas. La primera gran noticia fue la buena entrada que registraron los tendidos, que casi se llenaron. Un público que vivió una gran y entretenida tarde de toros, donde el gran triunfador fue Juan Ortega al abrir la puerta grande 'Manolo Segura'. Fue tras una sinfonía de toreo despacioso, por momentos al ralentí, y templado que encandiló a los tendidos y que tuvo como perfecto aliado la música por malagueñas de los compases de la marcha 'María Santísima del Amparo' de José Antonio Molero.
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El compromiso de Juan Ortega con la Picassiana lo fue en las formas y en el fondo. Desde el anuncio del cartel, el diestro se implicó en un festejo para el que, en su particular homenaje al pintor, se vistió en su Casa Natal y fue andando hasta la plaza. Ya en el ruedo, Ortega dejó patente la grandeza y la dimensión de su toreo puro dibujando sobre el albero una faena de gran altura de la que todo el mundo hablaba con comentarios elogiosos a la salida del coso y que, a buen seguro, habría encandilado hasta el mismo Picasso.
Desde la salida de 'Lanudo' toda la lidia estuvo presidida por la despaciosidad y el buen hacer. Al ralentí fue el ramillete de verónicas y la media con que abrochó el recibimiento. Cuidó las mermadas fuerzas del burel en el caballo y brindó a José María de Luna, director de la Casa Natal de Picasso. Fue el prólogo de una faena iniciada con pases por alto para sacar al animal a los medios, donde Juan Ortega se echó la mano a la izquierda para empezar a trazar con el pincel de la muleta los lentos trazos de un trasteo presidido por la verdad y la pureza acompasado por las notas de una marcha de procesión que, al igual que sucede a los hombres de trono cuando la escuchan que los cuerpos se vienen arriba, contribuyó al éxito de una faena que fue siempre a más, a más y que fue rubricada con un estoconazo. Dos orejas y puerta grande ganada a ley para un torero cada vez más implicado con Málaga.
En el primero de su lote, Juan Ortega, que llevó en el bolsillo izquierdo de su chaquetilla llevó un pañuelo de la Virgen de los Dolores donado por las camareras de la titular de la Archicofradía de la Expiración, no tuvo opciones ante el deslucido segundo de la tarde. No pudo estirarse con el capote ante 'Laborioso'. El principio de faena hizo albergar esperanzas con una trincherilla que fue un auténtico cartel de toros y un soberbio cambio de manos, pero a partir de ahí poco más. El toro acortó el viaje y se rebrincó no dando opciones al torero, que lo intentó. Mató de una estocada desprendida e incluso asomaron unos tibios pañuelos en el tendido.
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La primera oreja del año en La Malagueta la cortó Pablo Aguado. Fue en su primero, 'Asustado' de nombre, un toro complicado y con peligro que no se lo puso fácil, lo que obligó al diestro sevillano a fajarse a base de firmeza y de consentirle. Con el capote no pudo lucirse y durante los primeros tercios el burel estuvo suelto. A la muleta llegó con la embestida a media altura y mirando. A base de ir tragándole, Aguado logró al final del trasteo un par de tandas por la derecha ligadas y con empaque. Mató de estocada trasera y tendida.
En el último del festejo y con el público aún en catarsis tras lo vivido en la faena de Juan Ortega, Pablo Aguado lo intentó ante un toro muy soso y aplomado que no posibilitó un nuevo triunfo del diestro, que aún así logró algún muletazo suelto estimable. Dejó un pinchazo antes de cobrar una estocada.
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Cayetano tocó pelo en el cuarto tras una actuación con más efectos que fondo. Recibió a 'Rescoldito' con verónicas, dos de ellas rodilla en tierra (en recuerdo de su abuelo Antonio Ordóñez), voluntariosas pero sin lucimiento. En el caballo no se le pegó al toro. Brindó la faena a Domingo Zapata, el diseñador de su traje de corte picassiano. En el inicio del trasteo, el toro le golpeó la mano izquierda desarmádole en una colada. Con la muleta en la zocata dejó una tanda muy templada, a partir de ahí las fases de toreo despacioso pero siempre a distancia, con precauciones, se mezclaron con los alardes en las cercanías de los pitones, con desplantes y un arrimón final, en una faena que remató con ayudados por alto. Mató de estocada baja y el bonancible público pidió con demasiada generosidad las dos orejas. Con buen criterio y mesura, el palco sólo concedió una.
El primero de Cayetano fue un toro que no se empleó en el capote y que fue masacrado en el caballo por el picador en un primer puyazo trasero y largo que rajó parte del lomo a 'Currillo', el toro con el que Álvaro Núñez debutó como ganadero en La Malagueta. El diestro madrileño brindó al público una faena larga, con pases despegados, donde el animal fue de menos a más y quedó la sensación de que el diestro no terminó de aprovechar las opciones que le ofreció el burel.
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En ese toro Juan Ortega ya dejó su carta de presentación con un quite por chicuelinas y una media muy despacioso, como fue su toreo toda la tarde. Ese toreo de paladar del que aún disfrutan los buenos aficionados que lo vieron en La Malagueta y que ya buscan en los carteles dónde vuelve a estar anunciado para ir a verlo.
EL FESTEJO
Lugar: Plaza de toros de La Malagueta
Ganadería: Se lidiaron reses de Álvaro Núñez, de desigual presentación y juego. El primero, noble, de menos a más; el segundo, flojo y deslucido; el tercero, complicado y con peligro; el cuarto, noble; el quinto, flojo y noble; el sexto, soso y aplomado.
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Toreros: Cayetano (traje de pop art con motivos picassianos): silencio tras aviso y oreja con petición de la segunda; Juan Ortega (burdeos y oro con los cabos en blanco): ovación tras levísima petición y dos orejas; Pablo Aguado (verde hoja y plata): oreja tras aviso y silencio.
Incidencias: Corrida Picassiana. Apertura de la temporada en La Malagueta. Casi lleno en los tendidos en tarde soleada y fresca. Las tablas del coso lucieron una decoración especial con cuadros con motivos taurinos y picassianos. La Orquesta Sinfónica Provincial amenizó el festejo. Presidió Antonio Roche, que estuvo bien.
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