Francis Silva

Joan Cornellà provoca una sonrisa incómoda en el CAC

El humor negro y absurdo del dibujante e ilustrador catalán entra por primera vez en un museo europeo

Viernes, 17 de marzo 2023, 15:26

Son escenas extremas, imposibles y hasta surrealistas. Muestran situaciones de las que uno no debería reírse por la dureza de lo que cuentan, pero no ... lo puede evitar… y hace un especie de mueca, de media sonrisa, a sabiendas de que no es lo correcto. Joan Cornellà provoca una sonrisa incómoda en el CAC Málaga con un humor negro y absurdo que destapa el «lado sombrío de la naturaleza humana». El ilustrador y dibujante catalán inaugura en Málaga su primera exposición en un museo de Europa, y la más completa realizada hasta la fecha sobre su obra con 150 piezas. Pero él no está aquí para verla. Desde hace un tiempo vive en Hong Kong y ha tomado la decisión de reducir al máximo su exposición mediática.

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Cornellà prefiere que sus dibujos hablen por él. Y lo que muestran es a un tipo preocupado por la «ansiedad» de esta vida contemporánea «desajustada», donde hay violencia extrema, violaciones, adicciones, racismo y armas. Un mundo dominado por las apariencias y el poder de la imagen que imponen las redes sociales, donde el otro importa poco y lo principal es que a uno le vaya bien. Lo refleja en una serie de viñetas sin palabras, solo con dibujos que construyen historias inquietantes y rocambolescas. Un bofetón de humor negro, negrísimo, para reflexionar sobre todo lo que hay detrás.

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'Dek Tau' es el título de la exposición y, aunque no lo parezca, es muy explícito: 'dek' significa diez en esperanto y 'tau' es años en maorí. Joan Cornellá revisa aquí su última década de producción, lo hecho desde 2012, año que marcó un punto de inflexión en su carrera. Antes, era un joven dibujante de cómic que colaboraba con revistas como 'El jueves', con un lenguaje grotesco y en blanco y negro. A partir de ese momento, hay un cambio formal: abandona el texto para apostar por un lenguaje más visual, simple y directo. Amplió su paleta con colores planos y básicos que remiten a la publicidad de los años 50 e incorporó a un personajes genérico, de sonrisa inexpresiva, que se enfrenta a todo tipo de situaciones exageradas, algunas imposibles.

Una chica con un gas de autodefensa se lo echa a sí misma y, del mismo modo, el atracador se clava a él mismo la navaja. Una pareja sufre un accidente en coche, uno de ellos muere y el otro cava un hoyo en el que acabará enterrando al vehículo. Son historietas para ver más que para contar, porque en la explicación pierden matices y ganan subjetividades. Las interpretaciones, además, son múltiples.

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La muestra incluye decenas de historietas originales -el grueso de la propuesta- y 16 acrílicos sobre lienzos de los últimos dos años. 'Don't water me, I'm fake like you' ('No me riegues, soy falsa como tú') se lee en una maceta a la que se acerca uno de sus personajes. En otra pieza, una pareja brinda mientras detrás asoma esa nube tan característica de las explosiones atómicas.

Como resaltó Helena Juncosa, comisaria de la exposición junto a Fernando Francés, todo tiene tintes de esperpento, con influencias de Kafka y Beckett, y con el objetivo de «entender el mundo a través del humor». La sonrisa incómoda e incorrecta de Joan Cornellà se mantendrá en el CAC hasta el 4 de junio.

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El grafitero malagueño Imon Boy se estrena en un museo

Junto a Cornellà, en una pequeña sala, el CAC abre espacio al arte urbano más cercano con una selección de diez obras de Imon Boy. Esta firma habitual en los murales de Málaga entra por primera vez en un museo con 'El principio de algo'. Pero tampoco él asistió a la apertura de la muestra, no quiere exponerse: prefiere continuar en el anonimato porque sigue pintando de forma ilegal en las calles. Pero en esta exposición aporta algunas claves sobre él: le gusta el anime, los videojuegos, el cine y viajar. No persigue una crítica social directa, a él le interesa lo cotidiano, las cosas del día a día. De hecho dice que su pintura «es un diario». Aquí se presenta, además, con su principal seña de identidad: su firma sobre una pared intervenida de arriba abajo por el artista. Podrá visitarse hasta el 4 de junio.

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