Los Grammy Latinos en Sevilla: arte, salseo, auto-tune y sopor

La primera estrella de la noche fue Rosalía, que salió al escenario levantado en el Fibes de Sevilla a emular el sobrecogimiento que acaparó en la gala de los Goya de 2019 cuando cantó 'Me quedo contigo', de Los Chunguitos. Estuvo muy cerca de conseguirlo. En esta ocasión fue su versión de 'Se nos rompió el amor', una canción escrita por el jerezano Manuel Alejandro y su mujer, Ana Magdalena, para la irrepetible Rocío Jurado, primero en copla y luego en bulerías, acompañada por un pequeño ejército de palmeros y guitarristas, más bien a modo de atrezzo. Resultó sobresaliente, pero lejos se superar a la intérprete original de una canción que Rosalía acabó con «...o de no usarlo» en uno de los primeros 'beef' de la noche a su exnovio, Rauw Alejandro, que estaba presente. El puertorriqueño sorprendió firmando otra de las mejores actuaciones de la noche cantando la canción 'Se fue' de la italiana Laura Pusini (que también actuó, distinguida con el título de 'Persona del año' para la Academia Latina) que acabó con lágrimas.

Tras el discurso siempre entusiasta y malagueño de Antonio Banderas, que recogería luego un Grammy honorífico, la gala tomó visos de culebrón cuando la primera premiada de la noche, Shakira, recogió junto a Bizzarrap su galardón de mejor canción pop. Las rupturas son una enorme fuente de inspiración para los autores, y este desengaño protagonizó otro de los momentos cúlmenes de la noche con la propia actuación de la cantante, que se vio enternecida por la presencia de los dos hijos de la expareja. En esta gala de los premios latinos, que se extendió hasta las casi 3 horas, hubo más salsa: Alejandro Sanz tuvo que retomar su actuación por los gritos del público, que no sabían si decían «Álex, Álex» o «Pague, pague» debido a sus problemas con Hacienda. Los Grammy Latinos tienen una categoría dedicada a la música cristiana, pero por ahora no hay ninguna dedicada a premiar la mejor declaración de la renta del año. Todo se andará.

La Junta de Andalucía ha invertido unos 24 millones en un acuerdo con la Academia durante 3 años, aunque ya se sabe que la próxima edición de estos premios se celebrará en América para celebrar el cuarto de siglo. Queda pendiente conocer la insigne ciudad que albergará la siguiente, y hay rumores que la sitúan en Málaga, una ciudad que no tiene auditorio, pero donde sobran el salseo y las ganas de acoger cosas grandes.