En la ventana de La Casa Amarilla hay arte para todos
Exposición ·
La galería afianza su proyecto escolar 'Discipuli' con una muestra colectiva de los alumnos autistas de la Fundación APA bajo la dirección artística de Cristina SavageCristina Pinto
Miércoles, 24 de mayo 2023, 00:11
Ana María Catalán le encanta desayunar en Casa Aranda de la calle Santos. Sentada en la terraza de esta cafetería se fijó un día en ... la fachada que tenía justo enfrente: La Casa Amarilla. Y se preguntó a sí misma quiénes serían. «Terminé de desayunar y entré a informarme. Ahí conocí a David Burbano, director de la galería, y como los dos hablamos tanto... Al final creamos esta idea», explica en una conversación con SUR en ese mismo lugar. Ella, presidenta de la Fundación APA (Asistencia a Personas con Autismo) y madre de Hugo López –joven TEA– y él, director de La Casa Amarilla. El resultado de conocerse fue el proyecto 'Discipuli', un programa de estudios en el que desde septiembre a junio diversos artistas residentes de la galería se unen a los alumnos autistas para tener un solo lenguaje: el del arte.
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Ahora esa ventana que la presidenta de la Fundación APA vio en aquel desayuno está llena con las obras de arte que han realizado los alumnos de este proyecto. Todo gracias a la implicación de la artista malagueña Cristina Savage, que tenía su espacio reservado en 'La Ventana Amarilla' del 19 de mayo al 19 de junio. Pero decidió que fuese dedicado a estos artistas autistas. «Estaba programada para que expusiese mi obra, pero como coincidió con mi colaboración con 'Discipuli' pensé que sería mejor hacer una muestra conjunta para poner en valor el trabajo que están haciendo estos alumnos. No es lo mismo que ellos expongan en la fundación a que lo hagan en esta galería donde ven que sus obras tienen valor y las ve la gente», detalla Cristina Savage justo delante de las esculturas realizadas por los alumnos, que van desde los 16 a los 21 años.
'Ilimitadxs' está formado por esculturas creadas con papel y cianotipia inspiradas en la obra de la artista TEA Anna Berry
Bajo el nombre 'Ilimitadxs', esta muestra está formada por una serie de esculturas sobre papel y cianotipia con la inspiración de la artista TEA (trastorno del espectro autista) Anna Berry. Aunque de aquí al 19 de junio, los alumnos irán llenando con las distintas obras que creen en sus clases bajo la dirección artística de Cristina Savage.
«Aquí está la oportunidad para integrar lo que cada alumno quiera dentro de lo que estamos trabajando. Ellos tienen sus necesidades y como profesora es genial poder contar con un equipo de profesionales que conocen a los niños y han trabajado de cerca con el trastorno TEA para facilitarnos a los artistas el poder enseñarles y guiarles en sus creaciones», valora la creadora y directora artística de esta exposición.
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Libertad para expresarse
No sólo ella como profesora está encantada con este proyecto, basta con escuchar a Hugo López desgranar el trabajo que hacen en 'Discipuli' y lo que supone para su crecimiento como artista. «No hay ningún otro curso como este, estoy muy contento porque puedo aprender a mi manera y expresarme como quiera. Incluso puedo coger el bolígrafo del color que yo prefiera a la hora de escribir, eso no pasa en muchos colegios. Me siento libre porque puedo aprender como no lo he hecho en ningún sitio. Esto sí que está hecho para las personas como autismo, no como el sistema educativo», valora Hugo López, alumno de 21 años.
Desde septiembre hasta junio, esta centro de arte y la fundación trabajan juntos demostrando que en el arte «no hay límites»
Cada lunes, los alumnos de 'Discipuli' pasan la tarde con uno de los artistas seleccionados para su formación. Ahora están aprendiendo con Cristina Savage, pero por este grupo de artistas han pasado David Burbano, Roy Laguna, Javier Roz, Pablo Asenjo y Julia Martín. Desde la coordinación del proyecto en APA con Alicia Fernández están más que contentos con esta colaboración de la galería y la fundación: «Vemos que ellos han encontrado un espacio social en el que estar vinculados con otros jóvenes y aprenden a desarrollar sus habilidades sociales y salidas laborales. Además, los artistas de La Casa Amarilla que han pasado por las clases tienen una gran calidad humana y se han interesado por todo lo que hacemos aquí», detalla Alicia Fernández.
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Por eso tienen vocación de seguir con este proyecto, que acaba su primera temporada este mes de junio. Pero que se espera que este sólo sea el inicio de una escuela de formación en la que el arte es el mejor canal para que cada uno de estos chicos TEA encuentre su forma de expresión desde la libertad. Además, esta escuela 'Discipuli' fue seleccionada como una de las iniciativas galardonadas en el Festival Soles de Málaga de la Fundación El Pimpi por «su visión cultural y artística y su objetivo de ampliar las formas de lenguaje, comprensión y expresión de alumnos con diversidad funcional».
Qué bueno que ese día Ana María Catalán miró a la ventana de La Casa Amarilla. Qué bueno que desde esta galería Roy Laguna y David Burbano escuchasen a la Fundación APA. Qué bueno que la idea conjunta que surgió –'Discipuli'– esté dando tan buenos resultados. Lo dice Hugo López: «Gracias a esa idea que se les ocurrió ahora soy más feliz».
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