Varias lonas ofrecen algunos detalles del nuevo proyecto de rehabilitación en San Agustín. Ñito Salas

Luz al final del túnel de la Biblioteca en San Agustín

El proyecto del ministerio para instalar el equipamiento en el antiguo convento recibe el visto bueno de Urbanismo y espera la aprobación de la Junta

Sábado, 6 de junio 2020, 00:33

En medio de la parálisis generalizada que ha traído el coronavirus, algo no ha dejado de moverse con discreta determinación durante las últimas semanas: las ... conversaciones entre los representantes de tres administraciones diferentes para ir allanando el camino que lleve a la esperada mudanza de la Biblioteca Pública del Estado al antiguo convento y colegio de San Agustín.

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Según ha podido confirmar SUR de diversas fuentes consultadas, el nuevo proyecto elaborado por los técnicos del Ministerio de Cultura y Deporte ya ha recibido el visto bueno de los representantes de la Gerencia Municipal de Urbanismo y está a la espera de la aprobación por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio, que tiene previsto reunirse en los próximos días.

Este último requisito es indispensable, dado que el inmueble, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI, está situado en el centro histórico de la capital, declarado Bien de Interés Cultural y, por tanto, cualquier actuación urbanística en esta zona requiere la aprobación previa por parte de la Comisión de Patrimonio del gobierno regional. En este sentido, las distintas fuentes consultadas por SUR han destacado la buena sintonía entre los técnicos de las administraciones implicadas en la labor de sacar del atolladero administrativo un proyecto demorado durante largo tiempo.

Porque, con permiso del calamitoso estado del Convento de la Trinidad, la situación de la Biblioteca Pública del Estado constituye la carencia más sangrante entre los equipamientos culturales de la provincia. La institución, conocida de manera popular como Biblioteca Provincial, cumplía el pasado mes de noviembre 25 años en la sede «provisional» en la Avenida de Europa que se había dispuesto tras su salida de la Casa de la Cultura en la calle Alcazabilla para la demolición de aquel inmueble.

25 años de prestado

En este cuarto de siglo, la sede definitiva para la Biblioteca Provincial ha oscilado entre el olvido institucional y el fuego cruzado entre administraciones de distinto signo político, que han usado para la confrontación el destino de una institución de titularidad estatal, pero con la gestión delegada en la Junta de Andalucía.

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Así, la primera ubicación que se planteó para la Biblioteca tras su salida de la Casa de la Cultura fue el antiguo colegio y convento de San Agustín. Cuando hubo dinero no hubo voluntad política para agilizar los trámites y cuando llegaron los papeles, sobrevino la crisis económica de 2008. Habría que esperar hasta el verano de 2014 para que la Junta anunciara un acuerdo con el Gobierno para llevar la Biblioteca al Convento de la Trinidad, joya de la arquitectura renacentista pasto del abandono desde hace décadas. El aparente entendimiento duró un par de años sin un avance concreto y después de ese tiempo el Ejecutivo central regresó al plan inicial de llevar la Biblioteca a San Agustín.

Sería ya en el otoño de 2018 cuando el ministerio (que había pasado del PP al PSOE) rechazaba el anterior proyecto de reforma del edificio por considerarlo demasiado invasivo y planteaba un nuevo plan de rehabilitación con el argumento de ser más respetuoso con el inmueble. Los primeros trabajos comenzaban hace casi un año, cuando en agosto del pasado verano se iniciaba la demolición parcial de elementos construidos en los años 30 del siglo pasado y añadidos al edificio original en la zona con fachada a la calle Pedro de Toledo.

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Era la continuación a las catas arqueológicas que va se habían realizado en varias campañas en el interior del edificio. Trabajos previos a una profunda recuperación que ahora puede obtener los permisos necesarios para pasar de los planos a la realidad. Resta, no obstante, una cuestión espinosa: la financiación de un proyecto (el diseño anterior tenía un coste inicial de 16,49 millones de euros) que ahora deberá enfrentarse a la incertidumbre presupuestaria traída por la profunda crisis sanitaria, social y económica provocada por el Covid-19. Eso sí, los promotores más recientes del proyecto ya han demostrado que saben llegar a acuerdos en momentos adversos. Queda por ver si, esta vez sí, la Biblioteca Provincial al fin encuentra la luz al final del túnel.

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