Distopía o avance tecnológico: escribir como un premio Nobel con la IA
Ángel L. Fernández y César Antonio Molina, protagonistas del ciclo de la Fundación Unicaja para analizar los retos que plantea la inteligencia artificial
«Aunque esto parezca una locura, hay método en ello». ¿Sabrían decir quién es el autor de esta frase? Si no es el caso, no ... está solo ni mucho menos. William Shakespeare, esto está claro, no se refería a ChatGPT. A pesar de ello, no es el único autor que ahora tiene que competir contra la inteligencia artificial.
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Según una encuesta, los poemas escritos por ChatGPT recibieron mejores calificaciones que los poemas originales de Shakespeare y otros autores famosos. La media de los participantes del estudio, publicado en la revista Scientific Reports, encontraron los poemas de la inteligencia artificial más bellos y rítmicos. En más de la mitad de los casos, los participantes creían que los poemas de IA habían sido escritos por un humano.
Sirva esta introducción para poner en contexto el encuentro celebrado este martes en el Colegio de Arquitectos. La Fundación Unicaja organiza un ciclo que lleva por titulo 'El reto de la evolución' (coordinado por Juan Zafra), concebido como un cruce de caminos entre la tecnología, la ciencia y las humanidades. Un espacio que invita a reflexionar y debatir, y que se nutre de ponencias como las que se desarrollaron ayer, en una tarde lluviosa en la capital. La primera, con Ángel L. Fernández, editor de la revista Jot Down. 'Escribir como un premio Nobel con IA' y la segunda, que tenía como protagonista a César Antonio Molina, y que invitaba a una reflexión sobre el papel del ser humano en una era dominada por la inteligencia artificial.
«Las editoriales ahora quieren frases cortas porque la atención es la que es»
Ángel L. Fernández
editor de la revista Jot Down
Insinuar que la IA puede estar a la altura de un premio Nobel resulta, al menos, atrevido. Porque la IA no puede ver ni leer, y mucho menos comprender. Tampoco es inteligente. Funciona, y para ello, las partes del mundo humano, incluida la literatura, se descomponen en datos. Hasta ahora, solo podía ordenar estos datos o buscar patrones. Desde hace algún tiempo, la IA puede transformar los datos que recibe en nuevas imágenes o texto.
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Se llama IA generativa porque genera texto o imágenes al instante, como demostró el propio Fernández ante los asistentes a la ponencia. Literalmente. Quedó claro que se puede conversar con esta IA de forma similar a como se habla con humanos. El resultado de ayer, fue una demostración de la capacidad de la IA para la creación de un libro. «Es importante que no utilicemos la inteligencia artificial como una fotocopiadora», insistió.
«La IA no puede escribir como un premio Nobel porque no puede sostener el estilo de manera prolongada», confirmó Fernández. Sí es capaz de generar fragmentos que están en sintonía con el estilo y la narrativa de los grandes autores.
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Entonces, concluyó el editor de Jot Down, un uso sucesivo de nuevas ventanas para no saturar al 'chatbot' genera diferentes fragmentos de texto que luego se pueden unir y ofrecer un texto muy aseado. «Las editoriales ahora quieren frases cortas porque la atención es la que es. Queremos leer, pero queremos ver al mismo tiempo el Netflix y estar con el móvil… », afirmaba Fernández.
La ponencia, paso a paso, se iba convirtiendo en un manual práctico de cómo utilizar la IA para escribir textos largos o, incluso, libros. Alguien se puede preguntar si esto es algo deseable o más bien adquiere relieves de distopía. Pero la transformación de la IA que ChatGPT en particular ha iniciado es simplemente demasiado grande, demasiado completa y demasiado radical como para ignorarla desde un punto de vista literario.
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Dudas
Para el público general es lógico que resulte preocupante que muchas voces expertas que conocen realmente como funciona la IA estén lanzando advertencias. De hecho, quienes inventan un motor no siempre son quienes mejor evalúan el impacto del automóvil en el mundo. Pero Fernández demostró el potencial que tiene la IA como una herramienta si se nutre de manera correcta.
Así, a pesar de las posibles reticencias, el editor de Jot Down cerró la ponencia con una afirmación rotunda: «Un libro generado por IA puede competir perfectamente con el 70% de las novelas que están hoy día en el mercado».
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Entonces, tiene sentido que Amazon haya introducido nuevas políticas para frenar las obras autopublicadas generadas por IA. Lo ha hecho al limitar el número de libros que los autores pueden autopublicar en su plataforma a tres por día. Un indicador que evidencia con rotundidad el impacto que está teniendo la IA.
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