Irregular sesión de espiritismo en el Soho

'La mujer fantasma' de T de Teatre llega a Málaga al Teatro del Soho Caixabank

Carlos Zamarriego

Sábado, 4 de octubre 2025, 11:46

Mi amigo Juan Torres, dramaturgo y poeta, me habla siempre de la inutilidad del teatro. Desprovisto de audiencia, de repercusión, derrotado por el realismo cinematográfico, ... la actualidad televisiva y la brevedad de los tiktoks, sin capacidad de movilizar o de disparar a la incredulidad, ¿qué función social o ritual tiene ya? No es mala pregunta. Si el teatro va camino de convertirse en una pieza museística, puede que ya sólo quede dialogar con sus fantasmas.

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Y por fantasmas no será, desde el padre de Hamlet hasta los espíritus burlones de Noël Coward. También, los que antes que nosotros se subieron a las tablas de ese país de la ficción pensando que valía la pena. No sabemos si alguno vaga por el Teatro del Soho Caixabank, pero en 'La mujer fantasma', una creación de T de Teatre que se ha podido ver también en el Teatre Romea de Barcelona y en el Centro Dramático Nacional, hay un homenaje a estos últimos. «La luz es el teatro», repiten varias veces en esta obra escrita y dirigida por el argentino Mariano Tenconi Blanco, y ya sabemos que la luz de las candilejas que separa al actor del espectador también es un fino velo entre la vida y la muerte. Con cuatro monólogos, acompañados en directo de piano y violonchelo, Tenconi cuenta con dosis de ternura, humor, elegancia y mucha literatura el mundo interior de cuatro maestras de los años 70 con diferentes conflictos: una sufre por su exmarido, otra por la muerte de su madre, la tercera cuenta una relación física con una profesora más joven y la última su relación con cuatro espectros que han aparecido mientras daba clases de teatro. Cada una carga con sus fantasmas, cada una apela a la imaginación en un pequeño universo ligeramente conectado entre sí.

Por ser el primero, seguí con interés el monólogo de Marta Pérez, muy bien en su despecho, pero deseando algo más para lo siguiente y que el diálogo se impusiera entre las actrices de alguna manera. No fue así hasta el final. El segundo monólogo, de también espléndida Mamen Duch, me hizo ponerme en modo oyente de audiolibro. El tercero lo salvó la comicidad de Àgata Roca, mientras que el cuarto, de Carme Pla, me terminó de desconectar. No se puede poner ni un pero a las cuatro actrices de T de Teatre, su transformación está fuera de toda duda, pero la estructura del montaje es un lastre demasiado pesado. Y ojo, no por el uso el monólogo interior, recuerdo 'Mejor' de Mattia Torre, como un ejemplo estupendo de un solo actor contando una historia rica en matices y personajes, sino por repetir las mismas soluciones escénicas una y otra vez.

¿Se invocó algún fantasma? No lo tengo claro. Quizás el de Elisabet Casanovas, cuya voz en off abrió y cerró la función preguntándose, como mi amigo Juan, para qué diantres queremos el teatro hoy en día. Estos fantasmas dejaron demasiadas preguntas en el Teatro del Soho Caixabank, donde habitarán el 3 y 4 de octubre, esperemos que vengan otros más adelante con alguna respuesta.

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