Francisco Gómez Reyes. SUR

Fallece en Marbella Francisco Gómez Reyes, creador del mayor imperio de cines de Málaga

El empresario, que tenía 95 años y que dirigió míticas salas como Albéniz, Lope de Vega, Aleixandre y Alfil, murió la pasada madrugada por una insuficiencia cardíaca

Viernes, 19 de febrero 2021, 11:56

La edad nunca fue un impedimento para ir a la oficina. Esa ha sido la máxima de Francisco Gómez Reyes que, a sus 95 años ... , ha seguido controlando el imperio empresarial que se extendió por toda Andalucía y tuvo en los cines su principal y más querida actividad. El creador del mayor grupo de exhibición malagueño, que llegó a controlar 42 salas en la comunidad autónoma, ha fallecido esta pasada madrugada en su casa de Marbella y junto a su familia, como había deseado el propio empresario, que recientemente había superado la covid-19. Una insuficiencia cardíaca que arrastraba desde hacía tiempo ha sido la causa de la muerte.

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«Ha fallecido como él deseaba, en casa y rodeado de los suyos», ha explicado este viernes a SUR su hijo, Francisco Gómez Palma, que ha añadido que ayer llegaron a Marbella sus últimos dos nietos -tiene 21- que estaban en Madrid y Rumanía. «Hasta que no se ha despedido de todos no se ha ido», cuenta el portavoz. El velatorio también será en la residencia del empresario en el centro de Marbella, mientras que la misa funeral se celebrará este sábado, a las 12 horas, en la Parroquia Santo Cristo del Calvario de la localidad.

De la mano de su amigo y cineasta José María Forqué, Francisco Gómez Reyes se convirtió en productor de cine y realizaron juntos nueve títulos, como 'No es nada mamá, solo un juego' y 'Madrid, Costa Fleming'

Medalla de la Ciudad de Marbella en 2014 y Premio Asecan Industria del cine andaluz en 2017, Francisco Gómez Reyes fue un empresario forjado durante la postguerra, ya que tuvo que hacerse cargo de su familia con sólo once años. Su primer negocio fue una carpintería, aunque también se dedicó al alquiler de maquinaria agrícola, la construcción de carreteras, la corresponsalía de banco en Marbella, los bingos, la inmobiliaria y, por último, una residencia universitaria en Málaga. No obstante, su principal actividad fue el cine, convirtiéndose en el exhibidor más importante de Andalucía en los años 70 y 80, pero también en productor de cine de la mano de su amigo y director José María Forqué.

«Él rodaba las películas y yo las pagaba», contó en una entrevista a SUR en 2017 al recordar títulos de gran éxito en la taquilla como 'No es nada mamá, solo un juego' (1974), con Paco Rabal, Alida Valli y el británico David Hemmings, y la célebre 'Madrid, Costa Fleming' (1976). «El pellizco siempre lo tuvo con el cine», cuenta su hijo Francisco, que incluso pone por delante de su faceta de productor, la de exhibidor ya que el imperio cinematográfico de Gómez Reyes se extendió de Algeciras a Almería y por el norte hasta Córdoba. En la actualidad, conservaba el cine Alfil de Fuengirola, con ocho salas, que también da nombre al propio grupo empresarial que desde hace tiempo gestionan sus seis hijos, aunque Gómez Reyes seguía ejerciendo de fundador y patriarca.

El empresario entró en el negocio de la gran pantalla en los años cincuenta con la recordada sala Lid de Marbella y fue sumando patios de butacas por toda la provincia con salas populares como el Emperador, que se encontraba en el Llano de la Trinidad de la capital y cuyo nombre bien podía ser la metáfora de este auténtico rey del cine en Málaga. Bajo su influencia también estuvieron el cine Aleixandre (antiguo Royal), Palacio del Cine (Capitol), Regio, Zayla, París, Lope de Vega (en Pedregalejo) y, finalmente, coronó su imperio con el emblemático Albéniz. Su hijo recuerda que este último fue su debilidad: «Cada vez que pasábamos por calle Alcazabilla se arrepentía de habérselo vendido al Ayuntamiento de Málaga y repetía: «Este es de los cines más bonitos que he tenido».

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