Diego Anido en 'As bestas'.
Flashback

La España vaciada se llena de cineastas

La amplia presencia de cine español en el Festival de Sevilla ilustra el interés por los contextos rurales

Sábado, 12 de noviembre 2022, 00:23

El Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF), uno de los principales certámenes andaluces junto al de Málaga y quizás también a un ya deshilachado ... Iberoamericano de Huelva (que se está celebrando ahora y poca gente lo sabe), clausura hoy su edición número 19 incidiendo en su apuesta por el cine español, una seña que no era ni mucho menos la más deseada por los festivales internacionales que se celebran en España hasta hace bien poco. SEFF, bajo «su condición de prescriptor de referencia del nuevo cine español», ha programado varias decenas de estrenos españoles entre largos, cortos y documentales.

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Hay una sección de Panorama Andaluz con nueve películas y más de 20 cortos, y otra de Eventos Especiales que incluye otros nueve preestrenos, todos de nuestra nacionalidad, incluyendo a Carlos Saura o a Chiqui Carabante, que es el único director malagueño que participa en el certamen sevillano y lo hace con su nueva película, 'La fortaleza'. Además, en esta edición han tenido un fuerte protagonismo los encuentros con Álex de la Iglesia o Juan Antonio Bayona. Y participan en el concurso de la Sección Oficial las películas 'Matadero', de Santiago Fillol, y 'Siete Jereles', la colaboración entre Pedro G. Romero y el director Gonzalo García Pelayo quien, de una manera increíble, ha rodado once largometrajes en doce meses en su alocado proyecto 'El año de las 10 +1 películas'.

Cine rural

Parece que el cine español gana enteros en los festivales, lo cual resulta ser una buena noticia, y dentro de esta amalgama de producciones nacionales se aprecia un interés cada vez mayor por la vida rural, que no es un fenómeno nuevo, pero sí cada vez más intenso. Es el caso de una de las cintas revelación de esta temporada, 'El agua' de Elena López Riera, o de la que parece que será la película española más importante de este año, 'As bestas', un western moderno ambientado en Galicia y dirigido por Rodrigo Sorogoyen, ambos, por cierto, con presencia en el SEFF. Y el trasfondo rural está presente también en la premiada 'Alcarrás' de Carla Simón, en debuts como 'Cerdita' de Carlota Pereda o 'Suro' de Mikel Gurrea y en tantas otras películas y series hechas por directores jóvenes que se apuntan a la tendencia de cambiar la ciudad por el pueblo y el asfalto por el campo.

Además del factor sociológico, impera el hecho de que ahora se puede hacer cine desde cualquier sitio. No es obligatorio irse a vivir a Madrid. Hay centros de producción en otras regiones. En nuestro caso, la industria del cine andaluz sique siendo raquítica, pero incesante, con un cimiento débil y muy distinto al apoyo que por diversos motivos se le da al cine en Cataluña.

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A la vanguardia

Si algo demuestra cada año el SEFF es que el cine del viejo continente goza de una creatividad extraordinaria, una amalgama de estilos distintos y la pulsión por una cinematografía que nos alude. La sección dedicada a los premios del cine europeo resume lo mejor del año, y el resto del programa maneja de igual modo una calidad sobresaliente. El hecho de que el festival apueste por entradas baratas, conciertos por la noche y pases matinales transforman este acontecimiento en un goce sin pausa.

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