Buena y abundante fe
Visto como está el patio, entre tanto discurso alterado y tanta profusión de incesantes trolas, normal que la audiencia nacional, tenga la edad que tenga, ... busque refugio en cualquier entretenimiento cultural. Quien dice ocio puede decir pasión o idolatría por el manga, por lo friki, por los dibujos animados, por el cómic, por la ciencia ficción o por cualquier serie. Nos hemos dado cuenta este fin de semana en Málaga de que hay miles de criaturas capaces de aguantar tela por conseguir acariciar el infinito en un funko. O sea, por sublimar y materializar sus experiencias audiovisuales haciendo la cola que haya que hacer, cueste lo que cueste, aunque a veces cueste comprenderlo. Justo en ese mismo terreno del necesario escape, que a veces esconde mucha miga, se sitúan las buenas comedias, las que aparte de arrancar carcajadas hacen reflexionar.
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En esta línea, ya servida para su deleite, se corona la segunda y esperadísima temporada de 'Poquita fe', producción española de Movistar Plus+. Una gozada de serie suministrada en capítulos muy cortos, poco más de un cuarto de hora, donde Raúl Cimas y Esperanza Pedreño encarnan a una alicaída pareja de mediana edad. ¿Una serie sobre matrimoniadas? Qué va, ah. Porque entreverado en sus tramas absurdas e hilarantes, en esos planos confesionales donde los personajes se explican a cámara y discuten entre sí, vemos pasar de todo: la crisis de la madurez, el desencanto de la rutina, el hartazgo agridulce de la gente corriente retratada en miles de secundarios. En esta tanda, que descerraja balas brillantes de humor agudo, la pareja se enfrenta a una carencia de vivienda que les obliga a un ir y venir a casa de unos suegros (y suegra) enormes, o a las de amigos bastante turras, o incluso a separarse, resultando luego esa una medida muy balsámica para su amor burocrático.
Y entre sus tiernos malentendidos, tan triviales como clarividentes, aparecen fogonazos que los retratan a ellos como pobres diablos, y a nosotros, por extensión, como habitantes de ese dulce infierno gregario de la normalidad.
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