En una playa, descalzo y a la vista de los bañistas: así es la nueva obra de Santiago Picatoste en Marbella
El artista, premio Rotary de Artes Plásticas 2024-2025, da forma a un nuevo integrante de su serie 'Lego' en un beach club de Marbella
Descalzo sobre una alfombra de ratán, desde las 12 de la mañana Santiago Picatoste (Mallorca, 1971) da forma en Playa Padre, en Marbella, a un ... nuevo integrante de su serie 'Lego', una pieza de 1,60 x 1,30 llena de color, energía y movimiento, como parte de 'Art Padre Special Edition', la iniciativa que desde hace 4 años este beach club lleva desarrollando durante todos los veranos de la mano de Al Aire Libra.
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Confiesa que «esto ha sido salir de mi entorno habitual de trabajo», su estudio en Málaga, «para hacer una obra en directo», mirado y también admirado por todos los asistentes en una tarde tremendamente calurosa de agosto, donde el color y todo lo que el color puede contar toman el protagonismo. «Es un día en el que se mezclan muchas cosas, todo un reto porque los artistas no solemos tener a gente viéndonos mientras creamos, es una mezcla entre amigos, desconocidos, playa, calor, música … esto es una pieza única sí o sí con toda esta energía, que va a resultar muy positiva y muy dinámica», cuenta a SUR.
Un evento con mucha motivación alrededor y muchas miradas, «una oportunidad que Playa Padre nos da a los artistas de salir de nuestra zona de confort para experimentar y para recordarnos que todo está dentro de nosotros, allá donde vayamos la creación sale de dentro y lo demás son herramientas que nos ayudan».
Obsesión por el color
Santiago Picatoste se define como un artista plástico cuyo estilo es la abstracción hiperestética, que parte de la abstracción postpictórica de los años 70 y cuyo leit motiv es el color. «Mis ideas son la obsesión por el color y todo lo que se puede decir con él, podemos crear sensaciones o emociones con la elección y mezcla del color. En mi trabajo se ve dinámica, impresionismo, action painting, gestualidad, acción de pintar pero en un mundo hiperestético, más pulido, más equilibrado», asegura.
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La pasión por el color viene de su tierra natal, Mallorca, «donde hay color por todo y la naturaleza es exultante, allí trabajaba con monocromos, blancos y negros y no lo necesitaba. Pero empecé a viajar y el color era necesidad, como contraste con las grandes urbe, Madrid, Barcelona, Nueva York o Tokio», reflexiona.
Se considera autodidacta aunque sus estudios en Bellas Artes y en la Escuela Libre del Mediterráneo forman parte de su currículum. «Me gusta diseccionar la obra de forma arquitectónica, con piezas que respiren y así consigo que las abstracciones se queden flotando y tengan su propio movimiento, su propia vida, con dinamismo». Expone desde 1994 y en 1998 realizó su primera individual en Barcelona. Además, ha obtenido la beca de la Fundación Miró, de la Casa de Velázquez, del Museo de Arte Contemporáneo de Roma y del Centro Cultural Andratx. La dimensión internacional de Picatoste llega a partir de 2008, cuando aparece en el libro 'Arte Español Contemporáneo'. Sus cuadros forman parte de colecciones privadas, incluso de casas reales, del Museo Helga de Alvear de Cáceres y de edificios simbólicos como la sede de IBM en Madrid, ideado por Norman Foster.
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«Pinto como me da la gana»
El año pasado, Santiago Picatoste obtuvo el Premio Rotary en Mallorca. «El cuadro más pequeño que tengo mide 25x25 centímetros, pinto como me da la gana, en el formato que quiero y con las herramientas que quiero, he pintado hasta con cloroformo industrial que desintegra el pigmento, me gusta mucho el binomio entre lo tradicional que es la pintura y el ámbito industrial, aluminios, metacrilatos, cloroformo, madera,… disfruto complicándome la vida con el arte con el único fin de sorprenderme».
El cuadro nacido en Art Padre cuenta una historia: «La arquitectura de la composición pictórica, una estructura en superposición, con cortes geométricos, con componentes como secuencias congeladas en una estructura interna que es geométrica con guiños al pop-art con esencia urbana y un tributo a la abstracción y sobre todo, una celebración de la plástica», relata.
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Y al ser preguntado por cómo cree que la gente percibe su obra, Picatoste sonríe y confiesa que «uno aprende a saber que no le puede gustar a todo el mundo pero a la gente que encuentra interés en mis obras creo que ve que hay algo de pasión, de carácter, de dinámica, caos que es lo que sale del estómago, un momento de improvisación que hay que controlar y luego el orden, un momento de limpieza».
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