Restos de un naufragio en Villa Fermina, Churriana

La vecina de enfrente, intrigada por la presencia del dibujante, pega la hebra y proporciona algunas de las claves del caso: «Esa casa está abandonada desde que murió doña Fermina, su última propietaria. Luego la compró un hombre que quiso tirarla, pero el Ayuntamiento no le dejó y le obligó a conservarla. Después llegó la crisis y se quedó así». «Así» quiere decir en un estado lastimoso; la falta de cubrición deja ver el azul del cielo a través de unas ventanas desvencijadas que hace mucho tiempo que perdieron los cristales.