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Guadalupe Plata tocará a partir de las 22.40 horas.

Carlos Jimena: «Cada disco que sacamos intentamos que sea peor que el anterior»

Guadalupe Plata cierra este viernes con su blues añejo la primera jornada del SMSFestival. Y no faltará el barreño convertido en bajo que caracteriza al trío

Regina Sotorrío

Viernes, 20 de junio 2014, 01:19

En apenas cinco años han pasado de perder dinero en los conciertos «A veces hemos ganado menos 20 euros cada uno» a ser cabezas de cartel. Con su blues añejo made in Úbeda, Guadalupe Plata se ha ganado el respeto de público y crítica: acaban de recoger cuatro Premios de la Música Independiente y el Impala al mejor álbum independiente europeo, un galardón que antes se llevaron John Grant o Nick Cave. Viven del directo, del centenar de conciertos que dan al año. El próximo, esta misma noche en la primera jornada del Soho Málaga Sound (SMS) en la explanada del CAC (entrada libre). Preparen las cámaras porque Paco Luis Martos subirá al escenario con el bajo construido por él mismo con un barreño a la manera tradicional. Habla el batería Carlos Jimena.

¿Cómo sienta ser el grupo de moda?

A nadie la amarga un dulce. Somos un grupo que se dedica a tocar y a tocar, e imagino que los premios nos abrirán las puertas donde antes las teníamos un poquito más cerradas.

Quizás ahora les salgan más novios en la industria

No es cuestión de eso, sino de que la gente con la que trabajes sea de tu misma calaña. Ahora mismo con Everlasting Records estamos muy contentos. Nos dejan mucha libertad y confían mucho en nosotros. Pero siempre debería ser así, ninguna discográfica te tiene que imponer nada. Cada disco que sacamos intentamos que sea peor que el anterior, en ese aspecto creo que vamos bien (risas).

¿Peor que el anterior?

Me refiero a que en cada disco que hacemos intentamos ser más fieles a nuestra idea de origen, ir retrocediendo en la manera de hacer las cosas. Pero para nosotros ese retroceso no deja de ser un avance.

Tantos premios entonces no les harán vender su alma al diablo...

No, ni mucho menos. La manera que tiene un músico hoy en día de vivir es tocando y dando conciertos. El tema del pelotazo musical y la época en la que los grupos vivían de las rentas se ha acabado; a no ser que te metas en el rollo radiofórmula, que eso entonces dura un verano o dos y ya está.

Es curioso que volver al origen del blues sea ahora lo moderno...

Pues sí (risas). Lo que nosotros intentamos es apartarnos de las ideas preconcebidas que se tienen del blues. Como el flamenco, tiene muchos palos y no puedes ceñirte a uno para definirlo. Nosotros hacemos delta blues, que se libera un poco de la figura y parte más del alma y del sufrimiento.

Es casi un quejío.

Sí, el blues nace en una etapa de esclavitud. A veces nos preguntan si hemos sufrido mucho para hacer esta música, pero hemos tenido una infancia buena Por eso intentamos meterle las raíces de nuestra tierra. Un parte de la música nuestra se compone de blues y otra de cosas costumbristas que están dentro de nosotros, como la Semana Santa. Pero tampoco somos muy santeros, no tienes que ser devoto para ver una procesión y fliparlo.

Su música entonces es así porque nacieron en Úbeda.

Por supuesto. No queremos dejar de ser andaluces ni de Úbeda para hacer lo que nos gusta.

¿En algún momento se han sentido bichos raros?

Cuando vamos a festivales con escenarios enormes y un montón de vatios, de estos que tocas la guitarra y te despeinas, te sientes un poco extraño. Tres personas en un sitio tan grande es un poco impresionante, y más con el barreño de Paco Luis.

Habrán escuchado mucho eso de ¿Y estos de dónde han salido?

Sí, sí. Y muchos se pensaban que éramos extranjeros. Lo primero que pasa cuando Paco Luis saca el barreño es que van todos con las cámaras de los móviles a hacerle una foto a esa cosa.

¿Y llevan bien que el protagonismo se lo lleve el barreño?

No somos tres personas tocando, somos una banda. Nunca he tenido celos de nadie porque le hayan hecho más fotos. Al revés, da orgullo.

En cinco años han pasado casi de la nada a ser cabezas de cartel...

Hemos pasado de la etapa de ir a tocar y perder dinero a este momento. Pero ser cabezas de cartel tampoco nos vuelve locos, cualquiera de los grupos del SMS podrían serlo.

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