Javier y Francisco Ramírez, dos hermanos malagueños y empresarios de éxito con menos de 25 años. IRENE MANZANO

Dos hermanos malagueños revolucionan el sector empresarial

Francisco y Javier Ramírez: «Nos hemos financiado con los premios que hemos ganado de la Diputación y la Universidad de Málaga»

Irene Manzano

Viernes, 29 de noviembre 2024, 18:34

De una idea en una incubadora a liderar el mercado andaluz, así fue el ascenso meteórico de una empresa creada por dos hermanos malagueños, Francisco ( ... Fuengirola, 2001) y Javier Ramírez (Fuengirola, 2003), fundadores de Adity, la compañía de seguros que obtuvo el premio Spin-Off de la UMA el año pasado. Estos jóvenes emprendedores no solo han cambiado las reglas del juego en su sector, sino que también han demostrado que con esfuerzo y constancia, los sueños pueden alcanzar las más altas cumbres.

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Francisco Ramírez tuvo claro desde que entró a Derecho que quería ser funcionario, hasta que se encontró con la oportunidad de crear su propio negocio. «Entré casi por probar en una incubadora donde había más empresas, Demium, y un día cuando salía del gimnasio se me ocurrió montar la mía propia, eso fue a finales de 2022, de esa idea, poco queda realmente», confesó.

En la actualidad, Adity se ha erigido como el comparador de seguros más grande de Andalucía y cuenta con una media de 30.000 usuarios mensuales. «Al principio nos hemos financiado con los premios que hemos ganado de la Diputación y la Universidad de Málaga. Al final estos premios no están para otra cosa que para aumentar el tejido empresarial tecnológico de Málaga», manifestó Javier Ramírez.

El boceto original de Adity era hacer competir a las aseguradoras entre sí, por medio de subastas, para ofrecer el mejor seguro. «La idea era brutal. Pero desde el punto de vista económico es aún mejor ser correduría de seguro, tener tu 'call center' con gente vendiendo», reconoció Javier Ramírez.

Pese a su éxito, el proceso de creación fue tedioso y lento, sobre todo durante los primeros meses, con los pequeños ahorros que contaban, materializaron su sueño. «Adity nace con 2.000 o 3.000 euros, con una primera página web que era muy rudimentaria, estuvimos prácticamente un año y medio sin verdaderos resultados», señaló el mayor de los Ramírez. La espera les mereció la pena, los meses siguientes triplicaron los beneficios.

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Premios y reconocimientos que ha ganado Adity desde su nacimiento. IRENE MANZANO

Futuro prometedor

Tras haber cerrado una ronda de inversión este verano, Adity quiere consolidarse como la correduría de seguros que más pólizas cierra en Málaga antes de finales de año; y se propone convertirse en una de las corredurías de seguros más grande de Andalucía el próximo año. Francisco Ramírez comentó los planes futuros: «El objetivo final es ser la correduría líder en seguros de excesos y salud de España para que cuando una persona piense que paga mucho por mi seguro de excesos, se le aparezca nuestro nombre».

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«Malagueños de toda la vida» se definieron a sí mismos, el mayor, Francisco Ramírez estudió Derecho en la UMA, consiguió 24 matrículas de honor. «Es de los mejores expedientes académicos de Málaga y probablemente de España», se enorgulleció su hermano. Consiguió una beca en la Universidad de Berkeley (California), referente en 'startups', empresas emergentes, terminó un doble máster en tres meses y un curso de seguros de 300 horas en dos días y a sus 20 años, decidió ser su propio jefe.

Javier Ramírez, el menor, continúa con sus estudios de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Málaga, también realizó un curso de fundamentos de negocio en Harvard University. Nunca puso límites a sus aspiraciones: «Quería ser empresario hace muchos años y tenía esa ambición desmedida, veía a grandísimos del sector y decía que puedo llegar ahí, no me cabía ninguna duda».

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Volcados en Adity

Se encuentran en la búsqueda constante de más personas cualificadas que trabajen en la empresa, que sean expertos en seguro de salud y decesos. Mientras, como fundadores y directivos deberán seguir «metidos en el barro»: «Tenemos que hacerlo todo, la gente piensa que la empresa fluirá sola y está muy equivocada. Y si hay que coger el teléfono y vender, se coge, no se nos caen los anillos», expresaron los Ramírez.

A pesar de su juventud, ambos revelaron que sus vidas sociales «eran nulas», que permanecen centrados en Adity y habían tenido que sacrificar aficiones, deportes y planes típicos de su edad. «Es el coste de oportunidad si quieres crear una cosa grande, de lunes a domingo, la mentalidad siempre en la empresa únicamente», declararon.

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Javier Ramírez admitió ser «súper feliz» por la vida que disfrutaba, pues la consideraba «muy emocionante». «Para mí es un orgullo ver cómo mi empresa no para de crecer, a mis padres satisfechos, familia. Nos vamos a Madrid a congresos, nos vamos a convenciones con personas muy competentes, crecemos intelectualmente y sobre todo sabemos que vamos a tener una vida mucho más acomodada dentro de unos años que la mayoría de gente», recalcó.

Positividad y esfuerzo: claves del éxito

El empresario mencionó su orgullo por figurar en la lista Forbes 30u30 y tener la oportunidad de compartirla con su ídolo, Ilia Tupuria, a quien admira no solo por su desempeño deportivo, sino también por sus valores personales. «Es un hombre de valores, súper respetable y respetuoso. Estar con él es un sueño», destacó.

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Se dirigieron a los jóvenes y subrayaron la importancia del trabajo duro y la dedicación para alcanzar el éxito. «Merece la pena trabajar duro. No conocemos a nadie que se haya arrepentido de trabajar duro, ni una sola persona. Las personas que se esfuerzan todos los días, que trabajan 12, 14, 16 horas por sus objetivos, no se arrepienten», afirmaron.

Los hermanos Ramírez reflexionaron sobre las diferencias entre los que se enfocan en sus metas y quienes desperdician su tiempo en actividades poco productivas. «Te das cuenta de cuántas personas de nuestra edad pierden el tiempo en tonterías. Los ves saliendo de fiesta mientras tú trabajas, y no te sientes mal. Yo veo a la gente de fiesta y me da motivación, porque sé que no van a competir con nosotros en el mercado», concluyeron.

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