Una rutina cargada de aprendizaje
Enseñanza en todas sus dimensiones en el día a día de Fátima Villa, estudiante de 4.º de Educación Infantil y jugadora veterana del equipo de rugby universitario
CRISTINA PINTO
Martes, 12 de noviembre 2019, 00:10
Abre los ojos a las 7.30 horas, empieza el día. Fátima Villa, una joven malagueña de 22 años, tiene mucho por hacer hasta que caiga la noche. Un desayuno de campeona es necesario para combatir la jornada. A las 9 de la mañana ya está rodeada de dulzura e inocencia con sus alumnos de 4 años en el CEIP Revello de Toro, donde realiza el último año de prácticas de su carrera, Educación Infantil.
Las cinco horas de la mañana no le pesan, no siempre es ella la profesora que enseña y educa a sus chicos, sino queson los niños los que también le enseñan a ella. «Con ellos aprendo a saber escuchar, a tener paciencia, a saber comunicar...», reflexiona Fátima.
Ella es consciente de que el aprendizaje de su día a día en el colegio es vital para aplicarlo en su vida personal también. Llega las dos de la tarde y en casa le espera un pequeño descanso y el almuerzo para afrontar la segunda parte del día. Se dirige al CEIP Pintor Denis Belgrano para enseñar a los pequeños a través de su gran pasión: el deporte. Aunque no solo los alumnos de este colegio se benefician de su enseñanza, los lunes y miércoles también acude al Simón Bolívar para llenar el centro de actividades deportivas por la tarde. Desde las 16 horas enseña a sus alumnos baloncesto, tenis, fútbol y muchos deportes más. Pero uno tiene una especial: el rugby.
Acaba la enseñanza deportiva y sigue la faceta de profesora de Educación Infantil. A partir de las 17 horas, Fátima se traslada a recoger a varias alumnas para darles cases particulares de refuerzo, donde sigue siendo maestra y a la vez aprendiz de todas las anécdotas y retos en los que le ponen sus pequeñas alumnas.
La jornada va llegando a su fin. A las 9 de la noche Fátima tiene su última misión del día, el entrenamiento. Llega al Complejo Deportivo de la Universidad y el buen rollo de sus compañeras le da la vida. «Mi equipo de rugby de mi corazón...», piensa. Dos horas en las que Fátima aplica lo aprendido durante el día y además, le enseñan a ella también. Esfuerzo físico, compañerismo, generosidad, alegría... La jugadora no puede acabar de mejor forma este día.
A las 23 horas termina el entreno, se despide de sus compañeras. Llega a casa, una ducha y tiempo con la familia, el momento de relajación en este día. A dormir, que mañana será otro nuevo día para aprender.
Su historia univesitaria:
«Me encanta saber el porqué del comportamiento de los niños»
Hace cuatro años que Fátima Villa inició sus estudios de Educación Infantil. No era lo que pensaba estudiar, a ella le gustaba defender a las personas, quería estudiar Derecho. Pero una nueva llegada en su familia le hizo cambiar de opinión. «Mi hermano tuvo una niña y empecé a interesarme por ella. Me gustaba saber qué pensaría, cómo reaccionaba, el porqué de las cosas que hacía... Por eso decidí estudiar Educación Infantil, así mientras la veía crecer yo iba aprendiendo con ella y con la carrera», comenta Fátima.
Y hasta aquí ha llegado esa curiosidad. Fátima está terminando su último año de carrera con éxito, con todo aprobado y con mucho aprendizaje detrás. «Pienso que todavía tengo muchas cosas que aprender. En la Universidad me han dado muchas facilidades con el horario al ser deportista de alto rendimiento. Estudiar y competir es fácil gracias a la ayuda de la UMA», confiesa la joven.
A pesar de no haber sido la carrera con la que soñaba desde siempre, gracias a las prácticas, Fátima se ha dado cuenta de que realmente los niños son una de sus pasiones. «Me siento bien porque soy para ellos una maestra más. Gracias a ellos aprendo a resolver conflictos de mi vida», declara. Ahora ya piensa en su futuro más próximo en el ámbito académico. «El Trabajo de Fin de Grado es un proyecto de intervención. Me gustaría hacerlo de los cuentos populares y trabajar el vocabulario y su escritura con los niños», cuenta Fátima. Además, qué hacer cuando acabe el grado. «Quiero experimentar lo que es la vida de estudiante fuera de casa, algún máster fuera de Málaga», añade.

Su historia deportiva
«Desde pequeña me gusta el deporte. Llevo siete años en rugby»
El deporte ha sido su pasión desde que era pequeña. Cuando solo tenía 15 años, una parada de autobús le uniría con el equipo de rugby de la Universidad de Málaga. «Estaba con mi amiga sentada en la parada y como éramos pequeñas, una chica se acercó a nosotras. Comenzamos a hablar y nos dijo que era capitana del equipo de rugby, que podríamos ir a probar». Así relata Fátima el comienzo de su vinculación con este deporte.
Esta temporada no ha podido comenzar mejor, pleno de victorias en las tres primeras jornadas de la Liga Autonómica. A nivel de equipo, ya están claros los objetivos de la temporada. «Aspiramos a jugar la fase de ascenso. Estamos centradas en esta liga. Pero después llegará el Campeonato Universitario que es muy importante también», asegura Fátima.
El equipo femenino de rugby universitario está muy consolidado, el año pasado consiguieron en el Campeonato Universitario nacional el quinto puesto y este año se proponen mejorar todos los números.
Fátima Villa es de las más veteranas del grupo y uno de los pilares fundamentales del equipo. «Desde siempre me ha gustado el deporte. Llevo desde los 15 años en el rugby y es una de mis pasiones», afirma la jugadora.
El grupo es una gran piña y cada año se unen más chicas al equipo. «Las nuevas jugadoras van a ser el futuro del equipo, es bueno que el deporte femenino crezca. Cuando llegan les intentamos ayudar en todo, las más veteranas somos una figura importante para ellas, al igual que ellas para nosotras», comenta sonriente Fátima.
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