La Biblioteca General de la UMA, a examen

Ha llegado la época más tediosa y dura del año para los estudiantes universitarios: los exámenes de enero y febrero. Sudores fríos, noches sin dormir, termos de café, lloros y agobios de última hora cuando ves que el tiempo corre en tu contra y no llegas a entregar en el Campus Virtual el trabajo de esa asignatura que te lleva por la calle de la amargura. «Faltan dos minutos para que finalice el tiempo de entrega»: una de las frases que más vértigo causa a cualquier universitario.

A estos trabajos de última hora, de más de cien páginas, se suman los exámenes parciales y los primeros finales que llegan antes de que se acabe el periodo lectivo

Después de las reuniones familiares navideñas, las cenas con amigos y la fiesta hasta altas horas de la madrugada, es aún más difícil volver a la rutina y centrarse en los apuntes. Por eso los alumnos ven en las bibliotecas universitarias el mejor lugar para concentrarse y tomarse en serio la consigna de estudiar para sacar adelante la primera parte del curso.

Por esta razón, desde Crónica Universitaria hemos vuelto a la Biblioteca General de la UMA para ver con nuestros propios ojos cuáles son los problemas a los que se enfrentan los estudiantes en esta época de exámenes. Jóvenes de distintos grados como Educación Primaria, Historia, Ciencias Ambientales, Educación Social, Biología e incluso opositores a Auxiliar Administrativo, nos han dado su punto de vista de cómo es su día a día en periodo de estudio en la UMA.

La Biblioteca General es el centro más demandado por los universitarios y opositores, además de ser el que oferta un horario más amplio y más lugares para el estudio. A escasas semanas del periodo oficial de exámenes, la General amplió su horario para ayudar a los estudiantes a prepararse lo mejor posible de cara a las pruebas oficiales del primer cuatrimestre. Actualmente este centro abre desde las 8.30 horas hasta las 7.00 del día siguiente, excepto fines de semana y festivos que abre sus puertas a las 9.10 horas.

Cuando entramos a la General vemos un semicírculo perfecto lleno de jóvenes con la cabeza gacha entre sus apuntes. Interrumpimos un momento su concentración para dejar constancia en este medio universitario de cuáles son sus demandas y críticas sobre el lugar en el pasan la mayor parte de las horas del día.

Seleccionamos a nueve estudiantes: Noelia García, Mercedes Sánchez, Mireia Mancera, Jesús Sánchez, Marina Cueto, Jorge Ortíz, Cristina Pérez, Antonio Pérez y Lucía Ruiz. Les preguntamos qué cambiarían de este espacio de estudio, y la mayoría de las respuestas coinciden: faltan espacios y enchufes para conectar los dispositivos electrónicos. «El tema de los enchufes es un problema, si te toca en medio por casualidad y tienes el ordenador, no puedes cargarlo. Creo que cada puesto de estudio debería tener un enchufe», comenta Marina Cueto, estudiante de Medicina.

En la misma línea, Cristina Pérez, una alumna de Biología, confiesa que la mayoría de los días tiene que traer un alargador de casa para poder cargar su portátil o su móvil, necesarios para el desarrollo de su jornada de estudio. Al igual que Marina Cueto y Cristina Pérez, los siete estudiantes restantes también hacen referencia a estas deficiencias de la Biblioteca General de la Universidad de Málaga.

Otro tema al que estos alumnos hacen alusión es a la falta de espacio y lo rápido que se ocupan todos los puestos a tempranas horas de la mañana. «Suelo venir a las 8.30 de la mañana, cuando abre, porque si vengo más tarde el aforo está completo. Me concentro mucho más aquí que en casa, pero el problema son las largas colas», afirma el estudiante de Historia Jesús Sánchez.

Aunque los estudiantes se encuentran satisfechos con los horarios en el periodo de exámenes, exigen que también se amplíen el resto del año para tender una mano amiga a aquellos alumnos que trabajan durante el día y sólo pueden estudiar por la noche. «Es cierto que los horarios están muy bien en época de exámenes, pero el resto del año son muy reducidos y perjudican a la gente que trabaja durante el día. Yo, por ejemplo, no puedo venir a estudiar porque por las noches está cerrada», destaca Jorge Ortiz, estudiante de Educación Social.

A pesar de que estas son las críticas más comunes hacia este servicio, los estudiantes también demandan una sala habilitada donde puedan comer y cenar para no tener que salir a la calle cuando hace frío, sobre todo por la noche. «En la General hay muchísima gente que se queda tanto a comer como a cenar, por lo que creo que deberían habilitar una zona en la que podamos hacerlo y no tengamos que salir fuera de la Biblioteca», afirma Marina Cueto, estudiante de Medicina, quien pasa más de doce horas estudiando en este edificio.

Otro de los inconvenientes que afrontan los estudiantes que vienen en coche a estudiar es la problemática de la falta de aparcamiento, un hecho que afecta a todos los malagueños.

Si por un casual la Biblioteca General tuviera el aforo completo, la UMA oferta otras opciones como el Aulario Gerald Brenan -con el mismo horario que la General- o las Facultades de Medicina, Informática y Telecomunicación y Económicas.

Hasta el 7 de febrero, la biblioteca de Medicina abrirá todos los días hasta las 00.00 horas. Por su parte, la biblioteca de Informática y Telecomunicación cerrará a las 03.00 horas hasta el 13 de febrero. Por último, la biblioteca de Económicas abrirá también sus puertas hasta las 03.00 horas de la madrugada todos los días hasta el 10 de febrero.