Un estudio incorpora el uso de drones al mantenimiento de campos de golf
Un sistema de cámaras inteligentes permite analizar el estado de la vegetación y la existencia de enfermedades
LAURA PALOMO
Miércoles, 26 de abril 2017, 00:49
málaga. Los drones no solo son para jugar. El abanico de posibilidades para utilizar en la investigación estas pequeñas aeronaves no tripuladas no deja de crecer. Ahora, la Universidad de Málaga -a través del grupo de Biodiversidad, Conservación y Recursos Vegetales- junto al grupo de empresas Sando y la empresa Nadir han puesto en marcha un estudio de viabilidad técnica para la conservación de parques y jardines empleando estos artilugios.
El proyecto se llama UAV-Green y arrancó el pasado mes de septiembre con el propósito de aplicar drones al estudio del deterioro del césped en los campos de golf malagueños. El objetivo inicial del proyecto es desarrollar una solución que pueda prevenir o mejorar los problemas de la vegetación mediante la captura de información con estas herramientas.
El grupo de investigación Biodiversidad, Conservación y Recursos Vegetales de la Facultad de Biología de la UMA participa con un equipo de cinco personas, entre ellas el coordinador y profesor Ángel Enrique Salvo. «Nuestro propósito es mostrar que estas tecnologías pueden abrir nuevas posibilidades; hasta ahora, su aplicación se ha convertido en el tema central de varios trabajos de fin de máster y trabajos de fin de grado», declara Salvo.
Durante las jornadas de investigación en el campo Lauro Golf -Alhaurín de la Torre- se utilizan dos drones con cámaras topográficas profesionales que permiten obtener información más allá del espectro visible. «La UMA nos ofreció participar en este innovador proyecto durante un año con el uso de drones, que facilitan la captura de información por su rapidez, posición desde la altura y el uso de diferentes sensores multiespectrales y cámaras térmicas», afirma Juan Antonio Báez, director de la Oficina Técnica y Topografía del grupo de empresas Sando.
La información es recogida por las empresas Althenia y Nadir, para ser posteriormente interpretada por el grupo de investigación de la UMA, donde se obtienen unos resultados que contribuyen a formar las bases de un futuro estudio. «Podemos considerarlo un pre-proyecto donde determinamos la viabilidad de la tecnología actual y desarrollamos las necesidades específicas que existen en los campos de golf para poder conformar un futuro proyecto más ambicioso, de mayor duración y calado», comenta Ismael Fernández, responsable I+D+i de la empresa Nadir.
Para su realización, el estudio recibe un pequeño porcentaje de financiación de la Corporación Tecnológica de Andalucía; el resto proviene de recursos propios. «A veces nosotros no disponemos de algunos conocimientos y la Universidad carece de ciertos recursos y financiación para poder desarrollar este tipo de trabajos. Por eso es necesario trabajar de forma conjunta», opina Báez.
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