El PSOE de Torremolinos, bajo la lupa por nuevas acusaciones de machismo
Tres mujeres han dimitido de la Ejecutiva en los últimos meses por discrepancias con Antonio Navarro. La secretaria municipal también denunció acoso laboral
Los mensajes de tono personal y sexual por parte del secretario general del PSOE de Torremolinos, Antonio Navarro, a una militante suponen la gota que ... ha colmado un vaso que llevaba meses a punto de desbordarse. Hace meses que las concejalas socialistas, Maribel Tocón y Nieves Rosales, denunciaron la ruptura de la paridad en la asignación de cargos institucionales del Ayuntamiento. Los socialistas incumplen desde mayo una resolución provincial que obliga a restituir el equilibrio entre hombres y mujeres en portavocías y comisiones.
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Según dicha documentación, los tres concejales hombres —Antonio Navarro, Jorge Padilla y José Muñoz— asumieron la totalidad de los cargos institucionales: portavocías, delegaciones y representaciones en las comisiones de Hacienda y Ciudadanía. El reparto aprobado el 9 de mayo atribuye a los hombres los diez puestos disponibles, dejando a las dos ediles sin presencia en órganos municipales. De hecho, Rosales, reconocida bailarina y coreógrafa, dimitió de la Ejecutiva local por «la falta de respeto» que sintió por parte de algunos de sus compañeros.
No ha sido la única dimisión de una mujer en Torremolinos. Aída Blanes, que llegó a ser concejala de gobierno, ni siquiera recogió su acta de concejal, también por discrepancias con Navarro. Igualmente, Tocón, hasta entonces vicesecretaria general, abandonó la Ejecutiva por este mismo motivo. A esto se suma una denuncia interna por presunto «mobbing» presentada por la secretaria del grupo municipal. La trabajadora envió un escrito al secretario general provincial y al secretario de Organización en el que afirmó sufrir una situación de aislamiento laboral, falta de tareas asignadas, silencios continuados y obstáculos para desempeñar su puesto desde finales de abril, coincidiendo con el relevo en la Ejecutiva local, a la que accedió Navarro como secretario general.
En su carta, fechada el 23 de junio, Garrido relata que tras reincorporarse de una baja médica encontró un escenario en el que, según sostiene, los concejales hombres del grupo municipal —entre ellos el secretario general, Antonio Navarro, y el portavoz, Jorge Padilla— dejaron de dirigirle indicaciones laborales y evitaron comunicarse con ella en el desempeño cotidiano. Afirma que esta ausencia de directrices le impide realizar sus funciones administrativas y de apoyo institucional, a lo que añade «un ambiente hostil y una situación de vigilancia constante».
Este conflicto orgánico se cruza ahora con la denuncia ante Fiscalía, que ha abierto diligencia por los mensajes de tono sexual y personal enviados por Navarro. El PSOE de Torremolinos no ha comunicado aún ninguna valoración sobre estas acusaciones.
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