Estupenda Márquez: «Mis dos identidades me definen muchísimo: torremolinense y bollera»
La creadora de contenido, con casi 200 mil seguidores entre Instagram y Tik Tok, activista y divulgadora LGTBI se ha convertido en uno de los referentes del colectivo desde Torremolinos
Cuando se ve por ojo propio un escenario que ha sido conocido a través de una pantalla, hay muchas posibilidades de que el lugar decepcione. ... Más si cabe si la localización se comparte por redes sociales. No es el caso de la vivienda de Estupenda Márquez en Torremolinos. Lo que 150 mil seguidores en Instagram y 45 mil en Tik Tok ven en sus pantallas de móvil no hace justicia a la explosión de color, creatividad y referencias al colectivo LGTBI que se pueden contemplar en carne y hueso.
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–Le he preguntado a Chat GPT si te conoce y casi me hace una tesis doctoral de tu perfil. Aquí la inteligencia humana gana a la artificial, porque me gusta más la descripción que pones en tu biografía de Instagram: «Un remolino de Torremolinos». ¿Un remolino también procrastina, aunque sea ahora en verano?
–Fue mi psicóloga, que es argentina, quien me lo puso. Me dijo: «sos un remolino de Torremolinos». Porque siempre me enrosco mucho, estoy dando vueltas sobre mí misma y mis mierdas. Yo pienso que las mejores descripciones de una misma las hacen otras personas.
–¿Pero entonces, te das unos minutos para tener la mente en blanco?
–Sí, procrastino muchísimo. Y también creo que no soy tan trabajadora como pudiera parecer.
–Como creativa que eres, te vendrá bien aburrirte para alimentar la creatividad, ¿no?
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–Por supuesto. Hay que aburrirse para poder crear. Yo antes no sabía aburrirme y lo he trabajado mucho en terapia.
–¿De todas tus facetas profesionales a cuál te dedicarías los 365 días del año, incluso renunciando a tus vacaciones?
–Creo que a hacer vídeos. Hace poco me hicieron una pregunta que era totalmente lo contrario: qué era lo que menos me gustaba. Y respondí que, por suerte, he construido un trabajo a mi medida y me gusta todo. He ido soltando lo que menos me llenaba y ahora mismo estoy encantada con todas las facetas de mi trabajo.
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–Entonces no tienes vacaciones.
–Que sí, que sí tengo vacaciones. Te lo prometo. ¿Sabes qué pasa? Que tengo una mujer que es funcionaria, es maestra de inglés en un colegio público, así que tiene dos meses de vacaciones. Y es que estar con Inma me ha ayudado mucho a saber parar. Yo antes no podía ir a la playa a simplemente tumbarme a mirar el mar, tenía que llevarme la tabla de paddle surf, veinte libros…
–Hablando de libros, dentro de todas tus facetas la divulgación que haces de la cultura y la historia 'queer' a través de tus vídeos es una de las claves de tu éxito, ¿tenías claro desde el principio que era ese tipo de contenido el que crearías o hiciste estudio de mercado?
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–Siento que lo que hago es lo que me latió desde el principio. Yo ya venía de hacer muchos proyectos digitales que funcionaron muy bien en redes sociales, según los algoritmos de estas plataformas. Pero después de la pandemia, tuve un punto de inflexión, quería encontrar algo que me llenara realmente a nivel profesional. Y, además, tanto mi mujer como yo somos muy activistas y ese activismo nos unió mucho. Justo al mismo tiempo, ella vivió una situación de LGTBIQA+–fobia en el anterior centro donde impartía clases, por una actividad que organizó, aprobada y apoyada por el colegio, pero que tuvo una reacción en contra por parte de los padres y algunos partidos políticos… Así que todo eso fue lo que me hizo decidirme a crear este contenido divulgativo 'queer' para redes.
–¿Y las nuevas generaciones? Además de Instagram, también divulgas en Tik Tok. ¿Es cierto eso de que la generación Z es más retrógrada?
–Cuando empecé a crear este tipo de contenido, pensaba que me iba a encontrar una comunidad mucho más abierta y diversa en Tik Tok que en Instagram y, sin embargo, fue todo lo contrario. No sé si es por el algoritmo, pero daba por hecho que, al ser un 'target' mucho más joven, no me iba a encontrar una oleada fascista. Insultos, vejaciones, amenazas… y de gente muy joven.
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–Hay que ocupar muchos espacios, pero tal vez ahora mismo lo más importante es ocupar el espacio de las redes sociales, ¿qué opinas?
–Por suerte, cualquier persona puede coger una cámara y hacer contenido desde su casa. Fuera de las redes sociales siempre hay un filtro. Por eso hay que aprovecharlo para ocupar y comunicar desde ese espacio, porque los del lado contrario también lo hacen.
–Además de divulgar para todo el mundo desde Torremolinos, perteneces al mismo colectivo que divulgas; pero mójate: ¿eres más torremolinense o más bollera?
–Yo te diría que tengo el corazón dividido.
–No, no. Tienes que mojarte.
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–Espera, espera. Vamos a hacer un análisis.
–Pero no vayas a hacer una tesis doctoral.
–Como con todo (risas). No, no. Antes, tengo que decir que mi identidad como lesbiana me ha costado mucho aceptarla. Durante los últimos años he hecho una búsqueda identitaria muy fuerte, porque no tenía tampoco claro mi identidad como mujer, tampoco como hombre, nunca he pensado que sea trans, tampoco me convence la negación del no binarismo… Entonces, como no me identificada como mujer, pensaba que no podía identificarme como lesbiana. Hasta que descubrí a Monique Wittig y entendí lo que es la identidad lesbiana. Pero para llegar a esta reconciliación con mi identidad como lesbiana, he tenido que leer e investigar mucho. Y algo parecido me ha pasado con Torremolinos. Volví hace 10 años, después de estar los anteriores 15 viajando por el mundo –el último destino antes de volver fue Buenos Aires–. Durante mucho tiempo yo no me reconocí como torremolinense, me consideraba «ciudadana del mundo». Pero a día de hoy, mi corazón es de Torremolinos. Pero te tengo que decir que estoy al 50/50 entre mis dos identidades, porque me definen un montón: torremolinense y bollera.
«Es muy importante nombrar las cosas, porque lo que no se nombra, no existe»
–Porque parafraseando a 'La Hora Chanante', «¿bollera hay que decirlo más?»
–Sí, hay que decirlo mucho. Tenemos el poder de tomar las palabras y deconstruirlas. Llevar lo que eran insultos a nuestro terreno y hacerlas grandiosas. Yo defiendo que las etiquetas son muy necesarias. Hace poco estuvimos en un concierto y esa persona dijo: «no creo en las etiquetas, creo en las personas y en la piel». Pues no, tú eres lesbiana y no pasa nada. Y por culpa de gente como tú, otras personas como yo hemos tenido muchos problemas y muchos conflictos con nuestra identidad porque no hemos tenido referentes. Es muy importante nombrar las cosas, porque lo que no se nombra, no existe.
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–Nombremos a Torremolinos, ¿qué tiene para que hayas vuelto?
–Tiene la magia de los comienzos. Porque ha sido denostado a lo largo de la historia, se le ha definido como un lugar casposo, predominantemente cis gay… Pero a pesar de todo esto, ha conseguido levantar cabeza. Y, por supuesto, aquí tengo mi familia y esto ha hecho que yo también quiera formar mi propia familia aquí. También construir una familia en un lugar como Torremolinos es mucho más fácil que en una megaurbe.
–Lo que no tiene Torremolinos es mucha oferta cultural y de ocio para las lesbianas, siendo la ciudad más gay de España, ¿el patriarcado también inunda lo 'queer'?
–Opino que lo que falla es la poca oferta cultural para el colectivo LGTBIQA+. Sobre todo hay oferta de ocio, de ocio nocturno. Y es cierto que para las lesbianas o para las disidencias no hay prácticamente nada. Todos los espacios de ocio están ocupados por hombres cis homosexuales y, además, con cuerpos hegemónicos.
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–¿Tienes alguna idea para solucionar este tema?
–Yo creo que hay que seguir ocupando los espacios. A mí me encanta salir por Torremolinos y llevo a mis 'amigues' a los sitios que considero más 'queer'. Pero al final no quieren venir porque dicen que siempre es lo mismo, que todo está lleno de hombres. Pero es que hay que seguir yendo. En el momento que se ha abierto la oferta, como con la carroza de lesbianas en el Orgullo de Torremolinos, la demanda ha respondido. Si tú no te sientes invitada a un lugar, ¿cómo vas a visitar ese lugar?
–Hablando del Orgullo de Torremolinos, no puedes decir que no seas profeta en tu tierra, porque este año fuiste una de las presentadoras del evento, ¿fue un paseo para ti o las tablas de un escenario son más difíciles que las de las pantallas?
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–Yo nunca me había subido a un escenario con tanta gente. Fue un fiestón. Reconozco que me puse muy nerviosa los días previos, pero en el momento de subirme al escenario se me pasó todo. Lo disfruté un montón y me sentí muy acompañada por mis compañeros de escenario.
–Has sido la primera mujer 'queer' y lesbiana en copresentar el Orgullo de Torremolinos, ¿para cuándo la primera mujer 'queer' y lesbiana alcaldesa de Torremolinos?
–Qué va. No me veo en política. Soy una persona muy politizada, pero no me gustaría verme involucrada en el partidismo.
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–Pero para hacer cambiar las cosas hay que estar ahí, no hay remedio. ¿Crees que Torremolinos necesitaría ese perfil?
–Puede ser…
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