Marc Skarman, actual propietario de la plaza de toros de Fuengirola, posa junto a la escultura al torero Antonio José Galán, situada delante de la plaza. L. Cádiz

El sueco que convirtió la plaza de toros de Fuengirola en un macro espacio cultural

Tras más de dos años de obras reabre este espacio de más de 6.000 metros cuadrados reconvertido en un teatro, un restaurante y una galería de arte, por el momento

Lorena Cádiz

Fuengirola

Lunes, 19 de mayo 2025, 00:20

Se llama Marc Skarman y es un empresario sueco afincado junto a su familia en Fuengirola, aunque sigue yendo y viniendo a su país por ... negocios. Cuando llegaron a España, hace unos dos años y medio, primero se instalaron en Málaga, pero al tiempo decidieron trasladarse a Fuengirola tras conseguir plaza para sus hijos en el colegio sueco que hay en la localidad y también porque en ella residen familiares y conocidos de la familia.

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Desde que llegó a España, Marc tenía en mente una idea: Invertir y emprender. Así lo lleva haciendo toda su vida en su país, donde según él mismo explica, ha puesto en marcha con éxito empresas muy diversas, que van desde la construcción hasta la venta digital. Pero para su nueva etapa en España, la idea era algo nuevo, un mundo en el que hasta ahora no había entrado, la cultura.

«Fue mi hijo pequeño quien me dijo que había visto en Idealista que se vendía la plaza de toros de Fuengirola», explica Skarman, quien decidió entonces ir a echar un vistazo. «Estuve viendo la fachada, mirando hacia adentro por donde había una rendija, pero no se podía ver mucho», recuerda.

Empezó así una negociación con los propietarios que se prolongó meses, pero que concluyó con éxito. El negocio se cerró y el empresario sueco pasó a ser el nuevo propietario con un objetivo en mente, transformar aquel espacio donde ya apenas se celebraban festejos taurinos en un macro espacio cultural y gastronómico, donde puedan tener cabida multitud de expresiones artística y propuestas de ocio. Todo ello cabe en un espacio que tiene en total más de 6.000 metros cuadrados, a los que Marc quiere dar uso en su totalidad, a medio y largo plazo.

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El primer paso fue la marcha del guardes, que durante muchos años había vivido en la propia plaza junto a sus perros y gallinas y cultivando su propio huerto. Después de aquello comenzaron las obras, que en esta primera fase, se han prolongado en torno a dos años. La plaza de toros original de momento no se ha tocado, la transformación se ha hecho en las zonas que se construyeron como un añadido a la plaza, hace ahora más de una década. En ellas el empresario ha construido un teatro, una galería de arte, un restaurante y un espacio destinado a eventos y catas de vino.

Espacios dedicados al restaurante, la galería de arte y el teatro. L. Cádiz

El pasado viernes 2 de mayo se abrieron por primera vez al público las puertas de este nuevo negocio. En concreto las del teatro, donde desde ahora y hasta el mes de agosto, todos los fines de semana (de viernes a domingo) actuará Joe Labero, un mago sueco, considerado una gran estrella en su país y que llega a Fuengirola procedente de Las Vegas, donde durante mucho tiempo ha mantenido un espectáculo de grandes dimensiones.

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En breve abrirá al público el restaurante y a continuación lo hará la galería de arte. «Me interesa la cultura y me interesa la gente, los españoles. Es fácil para nosotros empezar ahora con público extranjero y en concreto sueco, pero sobre todo me interesa que venga la gente de Fuengirola y Mijas», explica el empresario, que insiste en que este espacio nace con la idea de ser un punto de encuentro entre españoles y extranjeros, de manera que los espectáculos que se diseñen o las exposiciones que se realicen serán pensando en ambos públicos. «Cuando emprendí este proyecto no fue solo por hacer un buen negocio, tampoco quiero perder dinero, pero hay otras cosas que me interesan», recalca Marc.

Sin toros

Lo que de momento parece claro es que allí no habrá espectáculos taurinos, aunque el nuevo propietario ha cerrado un acuerdo con la escuela taurina del municipio, por el que permitirá que realicen sus clases dos veces a la semana, en el recinto de la plaza. Más allá de esto, la idea que baraja la propiedad es organizar en el coso diferentes espectáculos, algunos de ellos con caballos. Y en el futuro, el empresario proyecta construir allí un escenario fijo y un 'backstage' donde haya una vivienda y una bodega en el subsuelo. También está dentro de sus planes cubrir la plaza.

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