Veleros amarrados frente a las viviendas en Puerto Marina, en Benalmádena. Sur

Los puertos deportivos de Málaga rozan el lleno con clientes de países más lejanos

Armadores nórdicos, del centro y del este de Europa se suman al creciente interés de los españoles por las rutas veraniegas en el Mediterráneo

Ignacio Lillo

Málaga

Miércoles, 4 de septiembre 2024, 00:21

El mar está de moda, más allá de la playa: la navegación y la experiencia nómada de costear de puerto en puerto, a bordo de ... un yate o un velero, gana cada día más adeptos. Especialmente después de la pandemia, cuando muchas personas descubrieron esta forma ancestral de viajar, y cada verano eligen la cubierta del barco para pasar sus días de descanso.

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En el Mediterráneo español, la Costa del Sol es, junto a las Baleares y Cataluña, una de las principales rutas estivales para los aficionados a la náutica, y así lo constatan los datos de la asociación de puertos deportivos y turísticos Marinas de Andalucía. Este verano, la ocupación media está en torno al 85% en las radas asociadas, lo que supone un 5% más que el año pasado en estas mismas fechas.

Así lo indican las cifras aportadas por Manuel Raigón, director gerente de la entidad. «Se confirma la robustez y el atractivo de los puertos deportivos andaluces y, concretamente, los de la Costa del Sol como destino náutico de primer nivel, con unos estándares de calidad por los que son elegidos frente a otros destinos de la costa andaluza».

Los puertos y clubes náuticos asociados a Marinas de Andalucía en la Costa del Sol son: IGY Málaga Marina; puerto deportivo de Benalmádena; puerto deportivo de Fuengirola; puerto deportivo de Marbella; Puerto Banús; puerto deportivo de Estepona; puerto deportivo de La Duquesa y los clubes náuticos de El Candado y Estepona.

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Afición creciente

En cuanto al tipo de cliente más habitual, Raigón explica que hay una tendencia a la fidelización de la demanda nacional, proveniente del periodo de la postpandemia, cuando en España «surgieron nuevos clientes y aficionados a la práctica de la navegación», y añade: «La evolución creciente de nuevas licencias augura que cada vez habrá más personas con afición a la mar».

Sobre las nacionalidades extranjeras que visitan los puertos andaluces pueden clasificarse en función del nivel de uso del puerto, y de su captación en la promoción del destino. El grueso europeo lo integran los tres grandes mercados emisores en general: Inglaterra, Alemania y Francia. A estos, se suman una serie de clientes emergentes, como los centroeuropeos: «El Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo) es un mercado al que los agentes del segmento están mirando actualmente y de los que se reciben ya visitantes».

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Cada vez más barcos de alquiler frente a los de propiedad

Una tendencia de cambio de ciclo que se confirma en el mercado es la sustitución del barco en propiedad por el alquiler. «El espíritu es el mismo que en otros mercados de consumo colaborativo, en el que se fomenta el uso frente a la propiedad. De hecho, el producto chárter cada vez está más de moda en España, y es un recurso que se va desarrollando en Andalucía», comenta Manuel Raigón.

Entre las novedades también aparece la gama de productos y servicios que se ofertan en el segmento de turismo náutico, que ha ido evolucionando y en la actualidad acapara una gama más amplia: desde el núcleo original, que es la actividad de navegación deportiva o lúdica a vela o en embarcaciones con motor, para extenderse a actividades diferentes a la pura navegación.

Así, las que tienen una mayor acogida son el submarinismo, el alquiler de motos acuáticas, el windsurf y kitesurf, el paddle surf, el piragüismo y el kayak. Además, cada vez más las marinas de la Costa del Sol ofrecen paseos en chárter, esto es, pequeños trayectos de ocio, generalmente para la observación de la naturaleza marina o de tipo festivo, pero también deportivo.

Pero también hay un público emergente que proviene de países cada vez más alejados, tales como los nórdicos y los de Europa del Este. «Los países escandinavos y Polonia son un segundo bloque de ampliación de la demanda que ya empieza a llegar, pero en porcentaje reducido aún». La estancia de las embarcaciones de tránsito en los puertos malagueños es muy variada, y va, en función del tipo de cliente, desde tres días hasta dos meses.

Una mayor demanda conlleva también un aumento de las plantillas para prestar la asistencia necesaria en los puertos. Así lo afirma el portavoz de Marinas de Andalucía: «Durante este verano se ha reforzado la plantilla en todas nuestras instalaciones para dar un mejor servicio y una experiencia positiva para los clientes».

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Este verano, la ocupación media está en torno al 85%, lo que supone un 5% más que el año pasado en las mismas fechas

La gran apuesta ahora por parte del sector náutico malagueño consiste en ofertar productos y servicios de ocio local en los propios muelles de los puertos deportivos, para que estos, y los pueblos costeros a los que sirven, puedan funcionar como destinos en sí mismos.

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