El encuentro entre la Virgen del Carmen y 'La Chiquita' en Benalmádena, reconocido como Fiesta de Singularidad Turística

Esta distinción, que se otorga a aquellas manifestaciones festivas con un fuerte arraigo popular y un valor singular en el ámbito turístico y cultural, permitirá a la festividad benalmadense acceder a campañas de promoción turística organizadas por la Diputación, así como formar parte de eventos institucionales enmarcados en la estrategia de fomento del turismo provincial.

«El encuentro entre la Virgen del Carmen y 'La Chiquita' no solo es una expresión de fe, sino también una muestra de identidad y de arraigo cultural que une al pueblo con el mar. Es, sin duda, una celebración que emociona y que ahora podrá proyectarse aún más allá de nuestras fronteras», afirmó el alcalde, Juan Antonio Lara, quien agradeció a la Asociación de Fieles Virgen del Carmen y a la Asociación de Buzos de Benalmádena «su labor para engrandecer todos los actos que se llevan a cabo en torno a esta celebración».

Hay que recordar que 'La Chiquita' es una pequeña Virgen del Carmen que habita prácticamente todo el año a nueve metros de profundidad en una cueva en Laja Bermeja, en los fondos marinos del puerto deportivo de Benalmádena. Allí la visitan a menudo los buzos, quienes peregrinan haciendo una ruta que tiene acceso a esta cueva y que incluso cuenta con boyas para poder llegar hasta la Virgen.

Fueron los miembros de la hoy llamada Asociación Cultural Virgen de los Buzos de Benalmádena los que en el año 2005 tuvieron la idea de contar con su propia Virgen del Carmen, a la que pedirle protección y que estuviera en el fondo marino. Primero tuvieron una imagen marmolina y después, una persona vinculada a la asociación se ofreció a financiar una nueva imagen hecha en bronce. Encontraron lo que buscaban en un anticuario en Murcia y cuando la imagen llegó a Benalmádena el comentario generalizado fue que era muy «chiquita» y con el nombre de Chiquita se quedó.

'La Chiquita' está metida dentro de una botella de buceo, que hace las veces de urna y que está sellada al vacío con un cristal de 20 milímetros de grosor. Eso hace que a pesar de estar en el fondo marino desde hace años, la imagen en sí no sufra daños.

Cada año, el domingo antes de la celebración de la Virgen del Carmen, los buzos se adentran en la cueva, sacan a la Virgen y la trasladan a tierra. Solo pasa unos días fuera, entre Capitanía y la parroquia de la Virgen del Carmen y el mismo 16 de julio vuelve a su cueva. Antes de sumergirse se produce el encuentro en el mar con la imagen titular.