El equipo de apoyo ayuda a los participantes en las jornadas de convivencia a realizar el check-in. SUR

Ocho cambios para adaptar un hotel a personas invidentes

El complejo Holiday World, en Benalmádena, gestiona estos días el mayor reto de su trayectoria: La visita de 3.600 personas, de las que el 75% tiene algún tipo de discapacidad

Lorena Cádiz

Benalmádena

Viernes, 3 de noviembre 2023, 00:01

3.600 personas de la Unidad Progresista de la ONCE, prodecentes de todos los puntos del país, se alojan desde este pasado día 1 y ... hasta el 5 de noviembre en el complejo hotelero Holiday World de Benalmádena, uno de los resort más grandes de la Costa del Sol con unas instalaciones que abarcan tres hoteles y un bloque de apartamentos turísticos. En total 846 habitaciones, en su inmensa mayoría ocupadas por los participantes en estas jornadas de convivencia

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Con su llegada, el complejo hotelero ha asumido uno de los mayores retos de toda su trayectoria, no por el volumen de visitantes, sino por sus características. El 75% de ellos sufre algún tipo de discapacidad: ceguera, visibilidad limitada, sordoceguera, movilidad reducida... lo que ha obligado a una preparación a conciencia de las instalaciones para garantizar la seguridad y la comodidad de todos los visitantes. Hace año y medio que el personal del hotel, junto con el personal de la Oficina de Rehabilitación y Adaptabilidad de la ONCE comenzaron a trabajar para adaptar las instalaciones a este evento.

Estas son algunas de las claves de esa transformación:

La primera. Todos los bajos de las escaleras se han tenido que tapar. El hueco que queda bajo el primer tramo de las escaleras de los hoteles, que estaba abierto, luce estos días completamente tapado con unos tablones de madera para evitar posibles golpes en la cabeza.

La segunda. En todos los escalones de todas las escaleras, justo en el borde del escalón, ha habido que instalar una cinta de color oscuro, de material antideslizante para marcar el final del escalón y la caída hacia el siguiente. Las escaleras del bloque de apartamentos Casamaïa directamente han quedado clausuradas porque al ser de cristal, no permitían esa referencia visual.

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Personal de mantenimiento del hotel instala obstáculos visuales en los escalones. SUR

La tercera: En todos los cristales ha habido que crear obstáculos visuales. Para ello se han instalado tiras blancas, justo en mitad del cristal y a todo lo largo de los mismos, para evitar que haya accidentes.

La cuarta clave está en que los hoteles cuentan con zonas de jardín interior que están en un plano ligeramente inferior al resto del suelo, de ahí que se haya rodeado con cintas todo el perímetro de la zona de jardín para alertar del cambio de altura.

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En quinto lugar, los números de las habitaciones se han escrito en braille. Personal de la ONCE se ha encargado de poner en braille el número de la habitación correspondiente. Esta instalación se quedará ya fija en el hotel una vez que terminen estas jornadas de convivencia.

La sexta es la formación al personal. Cerca de 200 empleados del complejo hotelero han recibido formación teórica y práctica, impartida por la propia ONCE, para poder desempeñar lo mejor posible su trabajo durante estos días. «Durante la formación práctica se pusieron un antifaz en los ojos para, de alguna manera, ponerse en la piel de una persona invidente», explica Icíar Gatell, directora comercial y marketing de Holiday World y una de las personas que ha participado activamente en todos los preparativos. «Una de las cosas que se les ha enseñado es a ayudar sin avasallar. Hay que ofrecerles ayuda, pero sin ser invasivos», apunta.

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La séptima clave es precisamente ofrecer apoyo, por ejemplo a la hora de ir al buffet. Tanto la ONCE como las propias instalaciones hoteleras cuentan con personal voluntario para dar ayudar en lo que sea necesario a todos los participantes en estas jornadas. Uno de los momentos en los que ese apoyo se hace necesario es a la hora de acudir al buffet de comidas y seleccionar los platos. El voluntario se encarga de explicar las diferentes opciones de comida y de ayudar a coger y trasladar los platos.

Y por último, los perros guía. Cerca de un centenar de perros guía transitan estos días por las instalaciones de los hoteles Holiday. Ellos no requieren de ningún cuidado especial, más allá del que le ofrecen sus dueños. La suerte ha estado en que las instalaciones están rodeadas de campo y es allí donde acuden a hacer sus necesidades. Los dueños de perros guía están formados para recoger los excrementos de sus animales. En este caso la ayuda está en orientarlos hasta la zona donde pueden ir a pasearlos.

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