Las obras de la depuradora de Nerja cogen ritmo con la vista puesta en el verano para entrar en pruebas
Los trabajos pendientes se centran en la colocación de colectores en la playa de Burriana y el Mirador del Bendito
La pandemia del coronavirus está suponiendo ventajas e inconvenientes para las obras de la primera depuradora de Nerja. Después de unas semanas en las que ... el parón total de la actividad económica, unido a las restricciones de movilidad, ralentizaron el avance de los tajos pendientes, en estos días las actuaciones han cogido un importante ritmo y todo apunta a que la planta podría entrar en fase de pruebas este próximo verano, tal y como se preveía desde el pasado octubre, cuando se retomaron después de meses de paralización. La ausencia de actividad turística en el entorno de la playa de Burriana está permitiendo que se avance de manera muy importante, sin ocasionar molestias a los negocios, que permanecen cerrados.
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En este entorno se están realizando varias conexiones de colectores subterráneos, junto al chiringuito Ayo. Además, se está ultimando la colocación del emisario submarino, de 800 metros de longitud, que enviará las aguas depuradas al mar. El otro punto donde se están volcando los trabajos de la empresa Lantania es el Mirador del Bendito, donde se está realizando una perforación de 17 metros para conectar otro colector. Estos dos tajos son los últimos para poder cerrar el circuito y comenzar a poner en marcha las dos estaciones de bombeo, la de la desembocadura del río Chíllar y la de Burriana.
La planta de tratamiento está finalizada, con la conexión eléctrica incluida, a falta tan solo del permiso para ponerla en marcha. La actuación suma casi cuatro años de retraso para su finalización con respecto a la fecha prevista en el contrato firmado en 2013. Los trabajos están siendo ejecutados por la empresa Lantania, que se quedó con la actuación tras la quiebra de la primera firma adjudicataria, Isolux-Corsán-Corviam, en el verano de 2017.
El pasado octubre se anunció que los trabajos pendientes durarían ocho meses, a los que habrá que sumar otros seis meses de pruebas, de manera que la planta no entraría en funcionamiento, a pleno rendimiento, hasta principios de 2021, cinco años después de lo contemplado inicialmente en el contrato. La actuación inicial se adjudicó por 23,24 millones de euros, a los que se sumarán dos millones de un proyecto complementario. La financiación corre a cargo del Ministerio para la Transición Ecológica, al ser una obra declarada de interés general del Estado desde 1993.
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