Iñaki Hormaza Urroz, jefe del departamento de Fruticultura Subtropical de La Mayora y profesor de investigación del CSIC. A. Peláez
Verano 2020: La Granizada

Iñaki Hormaza: «No siempre el mejor expediente va a ser un buen científico, hay que tener ganas de aprender»

«Cuando salgo de viaje en verano suelo desconectar, pero si no lo hago es más complicado» afirma este investigador del IHSM La Mayora

Viernes, 21 de agosto 2020, 00:24

Llegó a La Mayora en el año 2000. Reconoce que no sabía nada sobre aguacates, mangos o chirimoyas, ya que su especialidad es la biología ... vegetal. Hoy su nombre, al igual que el del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM) La Mayora, está ligado al sector tropical malagueño, aunque su labor científica ha trascendido mucho más allá del ámbito puramente provincial. Iñaki Hormaza (San Sebastián, 1965) es uno de los pocos investigadores españoles que han sido nombrados miembros de honor de la Botanical Society of America. Más recientemente ha sido elegido presidente del comité científico del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA). Hormaza hizo Biología en la Universidad de Navarra y el doctorado en Biología Vegetal en la Universidad de California.

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Usted es profesor de investigación del CSIC, ¿qué es eso?

–Es equivalente a catedrático de universidad. Es el puesto más alto en investigación dentro del CSIC. Hay tres escalas. Entras como científico titular, luego se puede promocionar a investigador y finalmente se puede llegar a profesor de investigación.

–¿Qué le hizo convertirse en investigador?

–Estudié biología porque me gustaban mucho los animales. Estuve pensando en hacer Zoología. Acabe la carrera y hice en Zaragoza un curso de posgrado sobre mejora genética vegetal y me atrajo mucho el mejoramiento de plantas. Pedí una beca del INIA para hacer la tesis doctoral en el extranjero, me la concedieron y me decante por la Universidad de California, porque conocía un profesor que trabajaba en temas de biología floral en diferentes frutales.

–¿La investigación le ha desengañado?

–No. Estoy encantadísimo de la decisión que tomé. Ha sido una experiencia buenísima desde el principio. Una vez que entré, a mi me enganchó muchísimo porque aprendía mucho en California.

Usted ha formado a muchos nuevos investigadores.

–He dirigido unas 16 tesis doctorales, 16 doctores que se han formado bajo mi supervisión.

–¿Se puede saber a simple vista quién puede ser un buen investigador?

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–Ves la gente que tiene ilusión por la ciencia y eso se ve enseguida. Siempre entrevisto antes a los estudiantes cuando tengo alguna beca de doctorado. No siempre el mejor expediente académico va a ser un buen científico, tiene que ser gente con mucho ilusión, curiosidad y muchas ganas de aprender.

Lo acaban de nombrar presidente del comité científico del CITA, ¿cómo se siente?

–Empecé en este centro mi carrera científica. Estuve casi cinco años y lo que han hecho es crear un comité científico que asegures las líneas de investigación. Que después de 20 años te reconozcan que puedes aportar algo a un centro en el que empezaste a trabajar en investigación, me ha dado mucha alegría.

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–¿El mayor reconocimiento es formar parte de la Botanical Society of America?

–Me hizo mucha ilusión. El impacto científico no es el mismo en agricultura que en otro tipo de ciencia. El reconocimiento fue por mi contribución a los avances científicos en botánica de plantas, que va mucho más allá de la agricultura. Creo que en la historia de esta sociedad ha habido cuatro españoles que ha sido nombrados miembros.

–¿Cómo se llega hasta esta institución?

–Hay que hacer ciencia, que tenga un impacto y desarrolles un conocimiento nuevo.

–¿Cuántas investigaciones lleva a la vez?

–Muchas. Tengo una línea clara que es el estudio de diversidad genética en frutales y el estudio en biología reproductiva, sobre qué ocurre en las flores para que haya o no fruto y eso lo hemos enfocado en aguacate, en chirimoyo y en mango. Estamos trabajando también en otro tipo de especies realizando avances.

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–¿Cuál cree que ha sido su principal aportación desde que está en La Mayora?

–Una que tiene implicaciones para la biodiversidad general. Al estudiar la biodiversidad del chirimoyo a nivel continental, desde México hasta Chile, nos dimos cuenta de que lo que se asumía como cierto, que el chirimoyo era originario de los Andes no lo era , sino que es originario de América Central. Eso significa que todo lo que se había hecho en conservación de la biodiversidad en chirimoyo estaba mal enfocado, porque se estaba perdiendo en América Central. Es importante conocer la diversidad existente para establecer estrategias de conservación.

–¿Para qué aprovecha las vacaciones de verano?

–Generalmente nos marchamos unos días de vacaciones al norte de Europa, pero este año no sabemos qué vamos hacer. Pero aprovecho para darme un baño en la playa todas las tardes a última hora, cuando no hay mucha gente .

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–¿Llega a desconectar en vacaciones?

–Cuando salgo fuera de viaje, sí. Si estoy aquí es complicado y con las nuevas tecnologías es imposible, aunque intento responder sólo a los mensajes que son urgentes.

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