Ocho claves de las elecciones andaluzas del 19J

El presidente de la Junta aguardó los resultados de Francia para tomar la decisión del adelanto electoral. ¿El motivo? De haberse producido una victoria de la extrema derecha de Le Pen se podría producir una movilización de la izquierda en Andalucía que inquietaba al PP. La ola producida por la llegada de Alberto Núñez Feijóo ha sido determinante también en esta decisión.

En Ciudadanos sólo se ven caras largas. La mayoría de las encuestas le dan al partido naranja entre 2 y 3 escaños. El actual vicepresidente, Juan Marín, confía en alcanzar dos por la provincia de Cádiz, arañar algún escaño en otras provincias como Málaga y mantenerse en el Gobierno. No obstante, las posibilidades de desaparición son reales.

La cuestión es saber a dónde irán los votos de los 21 escaños que consiguió Ciudadanos en las pasadas elecciones.

Juan Espadas llega a las elecciones sometido a la presión de intentar superar, al menos, los resultados de Susana Díaz en las pasadas elecciones. Los 33 escaños del PSOE parecen una cifra insuficiente para hacer frente al bloque de la derecha que conforman PP, Vox y Ciudadanos.

El gran problema del PSOE y de la izquierda es la enorme fragmentación, que no sólo diluye el voto sino los escaños. Unidas Podemos saltó por los aires por el enfrentamiento de Teresa Rodríguez con los líderes de su partido, dando lugar a una indefinición que, sin duda, perjudicará a toda la izquierda.

Falta por saber si Macarena Olona será o no la candidata de Vox para los comicios andaluces. Es evidente que en las filas del PP prefieren que Olona se quede en Madrid, porque son conscientes del tirón de la diputada de Vox. Las encuestas le dan a Vox alrededor de 20 escaños, lo que les otorgaría bastante fuerza para entrar en el Gobierno como en Castilla y León.

La estrategia principal del PSOE y del resto de partidos de la izquierda será agitar el miedo a las entrada de Vox. En el caso del PP la aspiración es la fragmentación de la izquierda.