La nueva estrategia energética prevé reducir el consumo un 39,5% en 2030

El consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo, Elías Bendodo, afirmó que la principal finalidad de esta estrategia es impulsar la transición hacia un modelo energético eficiente, sostenible, seguro y neutro en carbono, que intensifique el aprovechamiento de los recursos renovables disponibles en la región y redunde en el crecimiento económico y la generación de empleo, contribuyendo también al cumplimiento de los objetivos europeos y nacionales en materia de energía y clima.

La estrategia se marca varios objetivos en el horizonte de 2030 para dar respuesta a las necesidades energéticas de la sociedad andaluza, que se traducirán en lograr un 42% de consumo final bruto de energía de origen renovable, ascendiendo dicho porcentaje hasta el 75% en el caso del mix eléctrico.

En el ámbito del transporte, se fija un descenso de la demanda de los derivados de petróleo del 30% respecto a 2019, además de llevar aparejada una reducción a la mitad de las emisiones de dióxido de carbono asociadas al consumo de energía respecto a 2005.

Igualmente, se plantea la mejora del papel de la Administración como facilitadora e impulsora del cambio de modelo y también como consumidora de energía, previendo actuaciones sobre el 30% de la superficie del parque edificatorio propiedad de la Junta para descarbonizar su consumo. A ello hay que sumar el incremento previsto en un 22% de la seguridad en el suministro energético y el número de infraestructuras, a fin de tener una menor dependencia de las importaciones de fuentes fósiles.

Por otra parte, el aprovechamiento de las oportunidades que brinda la transición energética para fortalecer el tejido empresarial asociado a este sector y la generación de puestos de trabajo se estima en un aumento del 15% del empleo directo vinculado a dicha transición.

La estrategia aboga también por fomentar la rehabilitación energética de los edificios de empresas y hogares y su entorno urbano, prestando especial atención a los colectivos más vulnerables.

Asimismo, persigue mejorar la sostenibilidad y competitividad de la industria y del sector servicios a través de la eficiencia energética y el uso de energía renovable, así como avanzar hacia la movilidad cero emisiones, dinamizar la bioeconomía y la economía circular asociada al sector energético o potenciar las oportunidades profesionales y empresariales que ofrece la transición energética.

La nueva estrategia que se desarrollará en los próximos ocho años ha sido fruto del trabajo realizado por la Agencia Andaluza de la Energía, junto a la Dirección General de Energía y con la supervisión del Comisionado para el Cambio Climático y Modelo Energético, en su proceso de elaboración se ha contado con la participación de la ciudadanía, agentes económicos y sociales y entidades públicas y privadas.