La socialista Ángeles Férriz enseña una foto de una manifestación mientras interviene Juanma Moreno efe / Julio Muñoz
Política andaluza

La bronca sobre el cáncer entierra las buenas formas en el Parlamento de Andalucía

Mirada periférica ·

La polémica en relación con los fallos en el programa de cribado eleva al máximo las malas formas en el debate político

Jueves, 9 de octubre 2025, 17:10

¿Es legítimo llevar al debate político una experiencia personal dolorosa? ¿Cuenta un dirigente con más legitimidad para hacer prevalecer sus posiciones sobre política sanitaria ... si un familiar suyo ha padecido o padece cáncer? ¿Están los políticos andaluces dispuestos a respetar algún parámetro ético en una bronca preelectoral que tiene el trasfondo de la enfermedad más temida y cuya sola mención pone los vellos de punta?

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El debate suscitado este jueves en la sesión de control celebrada en el Parlamento ofreció algunas respuestas a estas preguntas y ninguna de ellas, con las urnas esperando al final del presente curso político, es tranquilizadora.

Hasta el observador menos avezado podía adivinar que después de las novedades de los últimos días la sesión de control iba a estar centrada en los problemas de la sanidad en general y de los programas contra el cáncer en particular, y también que la naturaleza del debate iba a estar a tono con lo que se viene viviendo en la política andaluza desde que, hace ya algún tiempo, fue inoculada con el virus de la polarización que contamina la agenda nacional. Lo que era más difícil de prever es que los principales líderes iban a sacarse de la manga la carta de las más dolorosas experiencias personales para dar vigor a sus argumentos.

Fue lo que hizo la portavoz socialista, María Márquez, que citó el caso de su padre, enfermo de cáncer y afectado, según aseguró, por un diagnóstico tardío. En su respuesta, Juanma Moreno decidió descender hasta el mismo nivel y mencionó el caso de su propio padre, fallecido por un cáncer de colon durante la época de gobiernos socialistas, cuando aún no existía el programa de detección precoz de esa enfermedad que él mismo, ya como presidente, implantó. «A mí no me dé lecciones», le respondió.

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Fue el colofón de un debate bronco en el que las salidas de tono y las interrupciones, especialmente por parte de los grupos de la oposición, fueron constantes.

Márquez acusó al presidente de la Junta de haber «causado más cáncer» y tras reclamar la dimisión de sus actuales cargos de los dos anteriores consejeros de Salud -la actual titular de Sostenibilidad, Catalina García, y el presidente del Parlamento, Jesús Aguirre-, emplazó a marcharse también al propio Moreno. «Tiene que irse usted», reclamo en el que coincidió con el portavoz de Vox, Manuel Gavira.

«Ustedes que tenían personas muriendo en las camillas, debería saber que a veces hay errores», le respondió el presidente, que lamentó que el «oasis andaluz», al que tradicionalmente se citaba en referencia a las buenas formas que imperaban en la política autonómica, ya no exista.

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