Susana Díaz con los presidentes de Asturias (Javier Fernández), de Cantabria (Miguel Ángel Revilla) y Madrid (Cristina Cifuentes) el pasado octubre.

Susana Díaz acude a la cumbre de presidentes bajo la presión de su candidatura al PSOE

La presidenta andaluza exigirá la armonización fiscal de las comunidades en la nueva financiación autonómica

Maria Dolores Tortosa

Domingo, 15 de enero 2017, 01:15

La segunda cumbre de presidentes autonómicos con Mariano Rajoy en La Moncloa tendrá una segunda protagonista en Susana Díaz. La presidenta andaluza, una de las ... mandatarias regionales que más ha reivindicado en los últimos años la recuperación de la Conferencia de Presidentes que instauró el socialista José Luis Rodríguez Zapatero en 2004, acude a su primera cumbre bajo la presión de su candidatura para liderar el PSOE. Una presión que se hará mayor desde que ayer quedó fijada la fecha para la celebración de las primarias para la elección del secretario general de los socialistas por la militancia en mayo y el congreso en junio.

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Aunque espere a la convocatoria del proceso a mediados de abril para anunciar su candidatura, la política sevillana intensificará a partir de esta semana su agenda de contactos con la militancia socialista de todas las regiones a la búsqueda de un apoyo que todavía se le resiste en las bases de algunas zonas del centro y norte de España, según la apreciación de sus colaboradores más cercanos. Díaz iniciará este fin de semana en varias provincias de Castilla León una campaña de contactos con la militancia. Un gesto que evidencia, como siempre ha publicado este periódico desde hace un año, su decisión de intentar liderar el PSOE y saltar a la política nacional.

En este contexto Susana Díaz asiste a la reunión de presidentes autonómicos con un discurso en el que expondrá muchas de las reivindicaciones conocidas de la Junta de Andalucía en los últimos años, sobre todo la demanda de una financiación acorde con la población y los servicios que prestan las comunidades autónomas. Todos los presidentes hablarán y puede que el fondo de las peticiones sea el mismo, pero la alocución de Díaz captará varios sentidos. Lo prepare adrede o no, el suyo se verá como un discurso de la posible líder de la oposición a Mariano Rajoy a partir de junio. Con todas las interrogantes que eso conlleva, si el de la colaboración con el PP para sacar la economía española a flote o el de la confrontación pura y dura, Díaz y su equipo son conscientes de la importancia que se dará a cada línea de su intervención.

Susana Díaz comulga con la estrategia de política útil que la gestora del PSOE presidida por Javier Fernández ha desarrollado en el Congreso con iniciativas como la de la subida del salario mínimo, como ayer mismo recordó en su discurso del comité federal del PSOE.

El mismo carácter de consenso con el Gobierno de Rajoy que el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha exhibido en las conversaciones con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para preparar la cumbre de este martes día 17 en nombre de las comunidades gobernadas por los socialistas. Fernández Vara se ha pronunciado a favor del liderazgo de Susana Díaz y aún así obtuvo en la reunión preparatoria esta semana con los consejeros socialistas un alto grado de consenso sobre lo que había que exigir al PP incluso con la representante del ejecutivo de Baleares, presidido por Francina Armengol, reconocida defensora de Pedro Sánchez.

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La Conferencia arranca con el logro de varias peticiones socialistas también compartidas por gobernantes del PP, como el compromiso de negociar un nuevo sistema de financiación y que este incluya la cobertura de la dependencia. Son dos tesis abanderadas durante años por Susana Díaz que ha encontrado muchas reticencias en el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, según fuentes socialistas.

En su primer discurso en el foro de presidentes y ante Rajoy, la presidenta andaluza ahondará en ambas asignaturas pendientes. Reclamará que el dinero destinado en el nuevo modelo de financiación para la dependencia cumpla con la ley, que fija que Estado y comunidades autonómicas deben afrontar su coste a partes iguales, y que este dinero no se detraiga de otras partidas ahora consignadas para prestaciones sociales, sino que sea adicional.

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En cuanto al nuevo modelo de financiación, la mandataria andaluza reiterará la propuesta de que se prime la población como la principal variable para el coste promedio de los servicios públicos, bajo la premisa de que todos los españoles reciban las mismas prestaciones en sanidad, dependencia y educación vivan donde vivan.

Andalucía ha perdido con el actual modelo de financiación en torno a mil millones de euros anuales desde su implantación en 2009, debido sobre todo a que el sistema de ingresos mediante la cesión de impuestos estatales (entre ellos IRPF e IVA) ha hecho agujeros con la crisis y la caída de la actividad económica. La Junta se queja de que los mecanismos de equilibrio del actual sistema no se han cumplido por el reparto arbitrario que el Ejecutivo del PP ahora, y antes el de Rodríguez Zapatero, han hecho de los fondos de compensación. Hay recursos a los tribunales por ello.

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Aún así, la Junta andaluza no va a plantear la supresión de la cesión de impuestos a sabiendas de la dificultad de dar marcha atrás a la corresponsabilidad fiscal, según han admitido fuentes de la administración autonómica a este periódico. Susana Díaz sí va a defender como elemento esencial de su discurso la exigencia al Gobierno de la nación de una armonización fiscal en todo el territorio español «para evitar paraísos fiscales en algunas comunidades». Será una exigencia y también será una propuesta. El contenido de esta será la novedad, aunque Díaz no se extenderá y será la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, la que en las previsibles reuniones para la negociación del sistema de financiación exponga su desarrollo.

Lo que la presidenta andaluza expondrá es que la corresponsabilidad fiscal de las autonomías no implique, como ahora, un margen amplio para que estas suban o bajen su cuota de participación en los impuestos según les convengan y haya competencia entre las regiones para captar inversores o incluso domicilios fiscales de grandes empresas.

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Puede servir de ejemplo la actual polémica en Andalucía sobre el impuesto de sucesiones y donaciones. Comunidades como Madrid con una gran actividad económica casi no cobran por las herencias, pese a lo cual recaudan más que Andalucía, donde hasta su rebaja este enero era una de las regiones con la tasa más alta. El PP pide que la Junta lo suprima, pero es un impuesto cedido por el Estado para obtener ingresos. Lo lógico, según el Gobierno de la Junta, es que el Gobierno central lo elimine y compense con otras fuentes de ingresos a las regiones; o fije su tasa a todas las comunidades por igual para que no haya fuga de herederos multimillonarios.

Díaz, no obstante, andará con pies de plomo en sus propuestas sobre financiación autonómica. Su campaña para las primarias del PSOE le obliga a pensar no solo en Andalucía, sino en todos los territorios. Hay expectación por conocer si expone alguna idea para desbloquear las relaciones del Gobierno de Cataluña con el de España y desactivar el órdago independentista. También si abordará como ha insinuado alguna vez que se replantee el cupo vasco, el sistema de financiación propio que también reivindicó antes del furor independentista los partidos nacionalistas catalanes y el PSC nunca vio con malos ojos. Los socialistas catalanes y vascos son los menos proclives a apoyar su candidatura para liderar el PSOE porque le atribuyen un perfil centralista, que ellos llaman españolista.

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Diferencias con el PP

También pesará cara a su candidatura el sambenito de haber facilitado que Mariano Rajoy siga en la Moncloa. Díaz es partidaria del consenso con el PP en políticas de estado, siguiendo la tradición de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Pero nada más. En su discurso hará visibles diferencias con el PP. Fuentes de su entorno advierten de que se equivocan quienes interpretan que canjeará una nueva financiación autonómica con depedencia incluida por el Presupuesto de Rajoy para 2017.

Díaz mantiene su estrategia de marcar diferencias con el PP y Podemos. Prueba de ello es cómo los ha dejado fuera de los contactos que ha mantenido esta semana para preparar su presencia en la cumbre de presidentes. Díaz ha hablado con dirigentes sindicales y este lunes hará lo mismo con el presidente de la patronal andaluza, Javier González de Lara. También se reunió el jueves por la tarde con el portavoz de Ciudadanos, Juan Marín, aunque sin convocatoria oficial y sin foto. San Telmo justifica este encuentro como un gesto de deferencia con el partido que apoyó su investidura y ha respaldado en el Parlamento la aprobación de los Presupuestos.

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