Zapatero lanza la candidatura de Susana Díaz al líderazgo del PSOE

«En la vida no se puede perder la elegancia, pero lo que sí se puede perder es la timidez, y yo dijo el expresidente del Gobierno casi como colofón al macroencuentro deseo expresar todo mi afecto, todo mi cariño y todo mi apoyo a Susana Díaz». No hizo falta mucho más. Sobre todo porque a nadie se le escapa en el PSOE que el exsecretario general apuesta sin ambages por la presidenta de Andalucía como líder desde hace mucho tiempo. «La fuerza del PSOE y la fuerza de ganar la representan Susana Díaz y Andalucía», llegó a decir también durante su intervención.

En el entorno de la presidenta andaluza defienden que es pronto para dar nada por sentado e insisten en que el acto de ayer sólo tenía como objeto reivindicar la historia del PSOEy conmemorar, más concretamente, los diez años de vigencia de la ley de dependencia aprobada por el Ejecutivo de Zapatero. Pero, sea como fuere, la cita sirvió de excusa para que Díaz volviera a hacer, de facto, el discurso de una número uno del partido. Algo que se repetirá hoy en la clausura del Comité del Mediterráneo de la Internacional Socialista en el que el PSOE ejerce como anfitrión, en Málaga.

Incluso el tiempo lluvioso acompañó al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y a Susana Díaz en su baño de multitudes en el mar rojo jienense, la provincia donde mejor resultado sacó el partido socialista en las últimas elecciones. El agua hizo que el campo se vaciara en plena temporada de aceituna y el pabellón Activa Jaén de la Institución Ferial se desbordó. Alrededor de tres mil personas, según la organización, abarrotaron la instalación. Veinte minutos después de acabado el acto, que se prolongó dos horas, seguían haciéndose selfies y fotos con el personal, no solo de Jaén también llegado desde otros puntos de Andalucía, en algún caso como un frente de Marbella cargados con pancartas de amor hacia la presidenta y cánticos de «¡Presidenta, presidenta!» desde antes de su llegada.

Mención a Chaves y Griñán

El acto para celebrar los diez años de la Ley de Dependencia sirvió para que Díaz mostrara músculo desde uno de sus grandes fortines, Jaén, recibiendo un apoyo firme del expresidente del Gobierno, quedando clara la dependencia socialista del PSOE de Andalucía. Las palabras libertad, respeto, unidad, fraternidad, optimismo, orgullo de partido y de la historia del PSOE, y futuro fueron las más repetidas durante el acto tanto por la secretaria general del PSOE andaluz como por el expresidente de Gobierno, que tuvo además un recuerdo para Manuel Chaves y José Antonio Griñán, pendientes de juicio por el caso de los ERE.

«Yo sí deseo expresar todo mi apoyo y todo mi cariño a Susana Díaz», dijo el expresidente, al tiempo que añadió que esto es algo que hace con todos los presidentes de comunidades autónomas que le invitan, pero «a unos con más intensidad que a otros», lo que suscitó el aplauso del público.

Zapatero incluso apuntó que a él personalmente le gustan los congresos socialistas y también la existencia de gestoras porque «cada vez que ha habido una gestora hemos ganado las elecciones», en alusión a los congresos de 1979 y 2000. Zapatero ganó sus primeras elecciones en 2004.

Díaz, por su parte, afirmó que el futuro congreso del PSOE «no será un congreso cualquiera» porque «tiene que ser un punto de inflexión para ganar»; de ahí que abogara por la fuerza y la unidad de un partido con más de 137 años de historia que «no puede mirarse al ombligo», sino que «tiene que mirar a la gente a los ojos».

Susana Díaz no defendió abiertamente la decisión de dejar gobernar a Mariano Rajoy que tanta división generó en su partido, algo que sí hizo Zapatero, pero sacó pecho por la «oposición útil» que está desempeñando su partido e incluso se atrevió a asegurar que el PSOE ya «se ha levantado» y «está fuerte». «Octubre ha sido difícil y algunos pensaban que íbamos a perder la centralidad, que nos iban a arrinconar. Hoy podemos mirar a los ojos a los niños y decirles que se acabaron las reválidas que segregaban. Y podemos mirar a los ojos a miles de trabajadores que han recibido la subida del 8% en el salario mínimo», presumió.

 El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, marcó ayer distancias y no solo se negó a dar por bueno que Díaz vaya a ser candidata sí o sí «entra dentro de lo probable, pero no creo que tenga la decisión tomada ni que la vaya a tomar en solitario» apuntó sino que abogó por buscar un liderazgo «convergente» para evitar que el partido vuelva a quedar divido.