Felipe sopla las velas con los 'paracas'

En los últimos tiempos es habitual aprovechar tan señalada fecha para hacer el balance del año del heredero de la Corona, en una especie de cuenta atrás a su ascensión al trono. Si el caso Urdangarin, los rumores de abdicación de don Juan Carlos o sus suplencias al Rey marcaron aniversarios precedentes, en esta ocasión se habla de la frecuencia con que don Felipe y doña Letizia preparan planes privados por separado.

El último ejemplo es bien reciente: hace un par de semanas, el Príncipe acudía a la estación de invierno de Formigal junto a unos amigos, pero sin su mujer, que prefería quedarse en Madrid para asistir a un concierto. Es sabido que a la princesa de Asturias le interesa más la música que el esquí (en invierno) o la vela (en verano), deportes de los que su esposo es un gran aficionado, pero resulta inevitable que cada vez que aparecen solos surjan los chismes sobre las relaciones de la pareja.

En realidad, 2013 debería valorarse como el año en que Felipe de Borbón ha asumido con éxito nuevas y relevantes responsabilidades, al sustituir al monarca en la Fiesta Nacional y la cumbre iberoamericana, demostrando que, efectivamente, nunca ha habido un príncipe mejor preparado.