Las catas de ron y whisky triunfan a domicilio

Aquello de Avon llama a tu puerta ya pasó a mejor vida, pero la idea es la misma: alguien que llega a tu domicilio para ofrecerte algo, aunque en los últimos tiempos el abanico de posibilidades se ha diversificado. Uno de los pioneros en utilizar este sistema es la popular Thermomix, ya que organiza encuentros para vender sus productos -que no pueden adquirirse en general en tiendas como otros robots de cocina-, y en los que además se enseña a cocinar recetas y se comparten otras conocidas.

Pero, sobre todo, actualmente las reuniones más demandadas son las llamadas tupper sex y las de catas a domicilio. Las primeras son una adaptación del nombre de los cotidianos envases de cocina de plástico, pero no tienen nada que ver con ellos. ¿En qué consisten? Acercan al público, principalmente femenino -que es el que menos suele acudir a sex shops-, artículos eróticos para disfrutar en pareja. Generalmente el vendedor (asesor, se suelen denominar) es una mujer y durante la reunión se presentan e incluso se dan a probar algunos de los productos. Hay de todo, o casi: aceites y jabones, vibradores, disfraces Al final de la sesión, cada clienta escoge lo que más le ha gustado y recibirá su pedido a domicilio o donde elija a corto plazo.

Regalos para los anfitriones

La anfitriona, por su parte, recibe un regalito por gentileza de la vendedora, como también sucede con los que organizan catas en sus casas. En Málaga actualmente son dos las marcas de alcohol que principalmente prestan este servicio, sin coste alguno para el que lo demanda: Cacique (ron) y Johnnie Walter (whisky).

En ambos casos la mecánica es la misma: los interesados solicitan la degustación a través de la página web de la marca, para lo cual es necesario ser mayor de edad. Cacique las llama Ritual Cacique 500 y Johnnie Walker, que exige además al solicitante responder bien unas preguntas, Black Soul.

Si eres uno de los afortunados que resultas elegido, ya solo tienes que preocuparte de fijar la fecha de celebración y avisar a tus amigos. Por lo general, se exige una presencia mínima de diez personas, y a lo largo de la hora y media que aproximadamente dura la reunión, se explica el origen y características de esa bebida, se da a probar distintas mezclas a los asistentes y se enseña a elaborar un combinado mucho más elaborado ý original que el que habitualmente puede encontrarse en los bares.

No es necesario realizar alguna compra y además las copas y las botellas utilizadas son para el anfitrión. La iniciativa es totalmente gratuita para el público, así que el único 'pero' es que la lista de espera para disfrutar de esta iniciativa es, como se puede suponer, bastante larga.