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CARMEN MARTÍN
Viernes, 26 de marzo 2010, 12:33
CON el primer «¡Arriba!» del Domingo de Ramos, Antequera abre sus puertas a una Semana Santa con estilo propio en la que se procesionan tallas y enseres de más de 500 años de antigüedad. La devoción de hermanacos y cofrades imprime entonces en la ciudad un sentimiento de recogimiento que permanece hasta la salida de Jesús Resucitado y que comienza con el paso de la Pollinica asomando por la iglesia de San Agustín. Hasta 120 niños vestidos de hebreos, con palmas y ramos de olivo en sus manos, dan la bienvenida a Jesús a su Entrada en Jerusalén.
Le sigue el Señor Orando en el Huerto con nuevos cabezales en los varales realizados y dorados en la cofradía al igual que los del paso de la Pollinica. En el trono de María Santísima de Consolación y Esperanza quedará un sitio sin ocupar en memoria del hermanaco José María Brecia, fallecido recientemente en un accidente. En su lugar, figurarán una almohadilla y un lazo negro.
Blancos serán los lazos que se lucirán este año en las campanas de los tronos de Los Estudiantes como muestra de rechazo a la ley del aborto. A las siete de la tarde del Lunes Santo, media hora antes de lo habitual, y con un cambio de recorrido al inicio del desfile procesional, Jesús Nazareno de la Sangre, el único que se procesiona bajo palio en la Semana Santa antequerana, el Santo Cristo Verde y Nuestra Señora de la Veracruz recorrerán las calles antequeranas precedidos por dos penitentes que irán recogiendo donativos para que Cáritas pueda entregarlos en Haití. Jesús Nazareno de la Sangre estrenará en el vía crucis del Viernes de Dolores un cordón de oro y una túnica de terciopelo donados por una devota.
Ya el Lunes Santo, dos ángeles pasionarios, regalo de los hermanacos de trono, irán a los pies del Nazareno. La Virgen lucirá nuevos todos los nudos y bases de los varales en cedro real, mientras que el Cristo Verde llevará junto a él el 'chapiri' de un cabo primero de La Legión que se encomendó a la imagen antes de marcharse a Afganistán.
Una muestra para Haití también tendrán los cofrades del Rescate, que acordaron suspender el tradicional ágape previo a la salida procesional para ayudar a los damnificados por el terremoto. Emotivas serán también las voces de saeteros como Remedios Cañizares y El Rubio de Gandía, que se entonarán el Martes Santo cuando el Señor se aproxime al callejón de Toronjo para visitar a 'El Niño', un hombre con parálisis cerebral que cada año recibe la bendición del Rescate.
María Santísima de la Piedad le seguirá luciendo dorado en los nudos y pies de los varales de su trono. La cofradía estrenará también nueva ropa de acólitos y nuevas dalmáticas cosidas por las mantillas que acompañan a Nuestro Padre Jesús del Rescate en su estación penitencial. Junto a ellas, cientos de devotos arroparán a una de las imágenes con más penitentes de la Semana Santa de Antequera.
La devoción también se palpará por un Cristo del Mayor Dolor que este año se dejará ver más que nunca. Con una segunda canastilla nueva a modo de peana confeccionada por Bartolomé García, que sustituirá al tradicional monte de flores, el Mayor Dolor partirá la noche del Miércoles Santo escoltado por cien legionarios. Dos escuadras de gastadores y la sección de honores del grupo de Caballería de La Legión, con sede en Ronda, y la banda de guerra de la Brigada de La Legión 'Rey Alfonso XIII', con sede en Almería, marcarán el paso de Jesús en un Miércoles Santo en el que la banda de música de Huértor Vega recuperará la marcha 'Cristo del Mayor Dolor' después de más de dos décadas sin tocarse. La Virgen estrenará la marquilla y el terciopelo del palio, que el año que viene brillará bordado.
El cortejo procesional cambiará este Miércoles Santo su itinerario para visitar a Santa Eufemia con motivo del sexto centenario de su proclamación como patrona de la ciudad y, por la mañana, el traslado del Cristo, custodiado por La Legión, también alterará su recorrido para acercarse al Coso Viejo y rendir homenaje al infante don Fernando, artífice de la incorporación de Antequera a la corona de Castilla hace 600 años.
El Jueves Santo resplandecerá por el dorado de la parte trasera y delantera del trono del Cristo de la Misericordia realizado en Granada por Cecilio Reyes y porque Nuestra Señora del Consuelo lucirá pecherín dorado y cinturilla bordada, donados por familias cofrades; pero sobre todo porque las monjas Mínimas de Santa Eufemia harán un canto al encuentro de las confradías de Consuelo y Dolores en la restaurada plaza de Santiago. Ambas irán este año más juntas si cabe a partir de ese momento para dar la sensación de ser un sólo cortejo procesional.
Jesús Atado a la Columna, junto al Señor Caído y la Virgen de los Dolores seguirán a los titules del Consuelo. Las miradas se centrarán en la peana del camarín del Cristo Caído, que dejó de procesionarse en 1955 y que esta Semana Santa se recupera restaurada por el Centro Municipal de Patrimonio, como también ha recibido un lavado de cara la cruz del mismo paso. La Virgen de los Dolores también llevará restaurados los angelitos de Andrés de Carvajal.
Las archicofradías de la Paz -la de Abajo- y el Socorro -la de Arriba- y la Cofradía de la Soledad también procesionarán más cerca que nunca. Tras un acuerdo entre ellas y la Agrupación de Hermandades y Cofradías, y ante la imposibilidad técnica del Ayuntamiento de apagar las luces de las calles sin afectar a los pasos de la Paz y del Socorro, la Soledad volverá a procesionar tras las cofradías hermanas sin que las farolas se apaguen a su paso.
La Paz saldrá primero, a las seis y veinte de la tarde; el Socorro, a las siete, y el Santo Entierro media hora después, adelantando así los horarios para contar con la presencia del mayor número de fieles en las calles. Además, este año la Agrupación de Hermandades y Cofradías sancionará a aquellos que lleguen con retrasos a los puntos de control de San Luis y San Agustín.
El Viernes Santo también incorporará como novedades las andas de aluminio del Cristo de la Buena Muerte; la saya de la Virgen del Socorro bordada por Pepe Rodríguez, médico cofrade; nuevas túnicas de cola para los penitentes de Arriba y el palio restaurado de la Soledad por las hermanas Catalinas. Los Regulares y la Marina estarán de nuevo este año. No obstante, la atracción principal serán los encuentros de las archicofradías de la Paz y el Socorro en San Sebastián antes de 'correr las vegas', tradición que también harán el Jueves Santo los hermanacos de Consuelo y Dolores. Jesús Resucitado devolverá el domingo la alegría con su salida desde el templo de Santa Eufemia. La iglesia de San Juan de Dios le abrirá las puertas para su encierro.
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