Los animadores de los guateques

HASTA 300 grupos musicales y orquestas existieron en Málaga y provincia en las décadas de los sesenta y setenta, una etapa dorada para aquellos jóvenes que aspiraban a lo más alto dentro de la música. Modestos locales, barracas de ferias, terrazas de cines de verano, hoteles, salas de fiestas y plazas de toros eran, principalmente, su campo de acción.

Numerosas parejas se han enamorado en los guateques que amenizaban estos grupos musicales. Entonces no había sintetizadores y otros elementos que sustituyeran el ingenio y la creatividad de estos músicos. Era directo puro y duro.

A estos jóvenes se les identificaba con facilidad en la calle cuando iban a actuar: iban vestidos con pantalones acampanados y camisas de flores entalladas. Calzaban botines con tacón de cubilete y llevaban algún que otro colgante al cuello. Y un detalle que no pasaba inadvertido para nadie: la guitarra colgada al hombro. Tenían sus fans, que les seguían a todos los festivales.

Las formaciones músico-vocales aparecían y desaparecían del panorama con relativa frecuencia. Cambiaban de nombre y sus componentes se iban y venían, según les convenía. Así, uno de aquellos músicos de la época, Miguel Sánchez Alberca -bajo y cantante-, pasó en su carrera profesional por Los Gringos, 7 Nosotras y Ellos -con el que recorrió toda España-, Girasol 2, Nueva Época, Nuevas Formas, Hollyday, Terciopelo, Los Iones y Los Adams. Es un ejemplo de la movilidad de aquellos jóvenes.

Con club propio

Uno de los grupos con mayor proyección fue Los Adams, que hasta rodó una película y fue el telonero -junto a Los Grummos y Los Widos- de Karina, Los Canarios y Los Bravos en un concierto que tuvo lugar en La Malagueta en junio de 1968. Los Adams tenía su propio club en el número 5 de la calle Poeta Luque Gutiérrez, en la Cruz Verde.

Formaba parte de Los Adams Rafael Díaz 'Didi', que con el tiempo acabó trabajando para Espectáculos Mundo y se encargaba de la intendencia y de la técnica en el teatro al aire libre de Tivoli. Precisamente, Didi, junto a Sánchez Alberca y Jose Murillo Carrasco 'Mury', crearon una interesante página web, guateque.net, que recoge parte de esa historia.

Los Escorpiones era otro conjunto que tenía un club propio en Las Cuevas, de Miraflores de los Ángeles, al igual que Los Wido's, que allá por el año 1965 tenía su club, es decir, su local de actuación, en la calle Montserrat, cerca de Las Flores, donde más tarde se abriría la Peña La Biznaga. En este grupo tocaba la guitarra y cantaba Manuel Gallego, que en 1975 formaría parte del grupo Trigal, que integraban también Tony Carmona y Vicky Cabrera, que procedían de Los Tres del Sur.

Los Íberos fue otro de los conjuntos que despuntó a principios de los años sesenta. Grabó varios discos con la compañía Columbia y llegó a actuar en TVE, en 'Escala hi-fi'. El saxo, flauta y voz de Terciopelo era Francisco Vallejo Amaro, hoy director de la banda municipal de música de Málaga.

También en esa década, cuatro jóvenes crearon un grupo que se llamó Los Amables y con el que pretendían alcanzar la fama. Desgraciadamente, uno de ellos se hizo famoso años después de dejar la música: José María Martín Carpena, el concejal del PP asesinado por ETA el 15 de julio del año 2000. Tocaba la guitarra eléctrica en aquella formación cuyo nombre hacía honor a su condición.

Ya en los años setenta nació un grupo, Fandango, que simultaneaba la música en hoteles con el rock andaluz, en auge entonces por grupos tan emblemáticos como Triana, Alameda y Medina Azahara. El batería de Fandango era Luis Francisco Navajas, hoy concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga.

Los hoteles de Torremolinos y Benalmádena y salas como El Mañana, Boga Boga, Los Violines, Barbarela o Caprice fueron los escenarios, entre otros, de aquellos jóvenes músicos que encandilaban a las primeras turistas que venían a la Costa del Sol.