Una batalla de pintura

Sergio Villatoro se aficionó al 'paintball' hace cuatro años y actualmente el conjunto para el que juega está entre los primeros de Andalucía. Para él, se trata «de un deporte donde prima la estrategia y el trabajo en equipo». Como Sergio, más de 1.500 competidores de hasta 35 países diferentes se dan cita todo este fin de semana en la playa del Castillo de Fuengirola, durante la celebración del Campeonato Europeo de Paintball, una modalidad deportiva que combina estrategia y habilidad.

Los jugadores, divididos en grupos que pueden ser mixtos, de cinco personas, se enzarzan en una pelea ficticia cuya misión es alcanzar la base del contrario. Así, la partida comienza con un silbato y el ir y venir de las balas, que son bolas de pintura, hacen las veces de disparado. Los alcanzados dejan de jugar y ello impide la llegada de si equipo a la zona contraria, ya que cuentan con menos hombres. Las batallas pueden parecer una actividad más pero, al igual que en otros deportes, ya existen jugadores profesionales, como Johnatan Arroyo, un joven alicantino que empezó en este mundo porque la madre tenía un negocio relacionado con el 'paintball'.

En total, juegan cinco categorías, dos de 'amateurs', otras tantas de semiprofesionales y una de profesionales. Los premios varían entre los 20.000 y 5.000 euros además de numerosos regalos para los equipos. "Aquí se compite por pasarlo bien y para conocer a otros aficionados", admite Villatoro. Y es que, muchos de los participantes, como el murciano Alejandro Font repiten cada año. En su caso, la clasificación en una liga regional le permite jugar cada año en los europeos y reconoce que «el clima de la ciudad hizo que todos los jugadores quisieran volver a hacer la primera de las pruebas en Fuengirola». Junto a la española, hay eliminatorias en Londres, París y

Sin violencia

Pese a lo aparentemente agresivo que puede parecer la competición, el juego se basa en la habilidad para alcanzar el campo contrario en donde los jugadores ni se tocan. Así, las pistolas se las conoce como marcadores, y las bolas de pintura se fabrican en muchos colores, pero nunca en rojo.