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PELIGRO. Conejos y liebres se convierten a veces en peligrosos obstáculos para los conductores.
Los conejos regresan a su madriguera
MÁLAGA

Los conejos regresan a su madriguera

Medio Ambiente pone en marcha un plan para reubicar a 5.000 ejemplares que habían abandonado el campo para vivir en zonas libres de caza cercanas a la A-92 o las vías del tren

TEXTO: CARMEN MARTÍN

Martes, 10 de junio 2008, 03:43

SON pequeños, peludos, comestibles y andan por la A-92 como Pedro por su casa. No en vano, los conejos de la provincia hace ya tiempo que abandonaron el campo huyendo de sus depredadores para construir en las inmediaciones de esta carretera y de las vías del tren un hogar que no estuviese amenazado por la actividad cinegética. Sin embargo, ahora están fuera de su hábitat natural, suponen un peligro para los conductores y están expuestos a que una locomotora o un coche se los lleve por delante. Además, se han convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los agricultores de la zona, que ven no sólo cómo se comen algunos de sus productos sino como roen y deterioran las canalizaciones para el regadío de los cultivos.

Para que esta anómala situación deje de ser caótica y todo vuelva a la normalidad, la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha puesto en marcha un plan pionero para reubicar a 5.000 ejemplares con objeto de favorecer la biodiversidad y de que los conejos vuelvan a formar parte de la dieta de depredadores como el águila real, el águila perdicera, el águila calzada, el azor, el gato montés, el búho real o la garduña. La operación para devolver a los conejos al interior de los campos se puso en marcha en diciembre del año pasado y hasta la fecha ya se han reubicado casi mil ejemplares en términos municipales como los de Antequera, Humilladero, Casarabonela, Álora, Alameda, Yunquera y El Burgo.

Daños a los cultivos

Todo surgió a raíz de las quejas de los agricultores con cultivos próximos a la A-92 y las vías del tren, que veían cómo los conejos mermaban su producción y destrozaban sus sistemas de riego. La Delegación Provincial propuso entonces a la Consejería de Medio Ambiente hacer un control de estos mamíferos, que suponen un peligro tanto para la circulación de trenes como de automóviles.

Gracias al plan, en estas zonas cercanas a las infraestructuras de transportes se atrapan a los conejos con hurones con pinzas -o lo que es lo mismo, bozales- que no causan ningún daño al pequeño mamífero, aunque cuando disminuya la comida y aumente la sequía se emplearán otros métodos de captura como los cercones. Los animales son desparasitados, vacunados y trasladados tanto a montes públicos de la Junta de Andalucía y de los ayuntamientos, como a espacios naturales protegidos y a suelos pertenecientes a sociedades de cazadores. En este sentido, además de con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), la Delegación Provincial tiene un convenio con este último colectivo, ya que para repoblar cotos les surte de conejos que antes eran adquiridos en granjas, una práctica muy habitual en distintos territorios del país.

Presa para cazadores

A cambio, las sociedades de cazadores se han comprometido a recoger a los conejos en el lugar en el que han sido atrapados, crear para ellos majanos de piedra (madrigueras artificiales) y suministrarles comida y bebida durante su periodo de adaptación. Además, en dos años no podrán practicar la actividad cinegética alrededor de su nuevo hogar y, por último, los cazadores también han de realizar un seguimiento a los conejos en ese tiempo e informar a Medio Ambiente de cualquier anomalía.

De esta manera, este proyecto de control de daños producidos por conejos en las infraestructuras viarias y férreas de la provincia se logran dos objetivos complementarios. Por una parte se erradica el grave problema causado por la superpoblación de esta especie en las vías de ferrocarril, bajo las cuales cavan las galerías de sus madrigueras provocando movimientos del terreno, y en las carreteras, donde se han convertido en un obstáculo a sortear por los conductores, y por otra parte se logra reintroducir poblaciones de esta especie en enclaves donde o bien escasean o bien han desaparecido por las plagas de mixomatosis o de hemorragia vírica, convirtiéndose de nuevo en alimento para sus depredadores, algunos de ellos en serio peligro de extinción.

«Con esta reubicación de conejos de gran valor faunísitico se consigue favorecer y mejorar la base de la cadena trófica en la provincia», según señaló ayer el delegado provincial de Medio Ambiente, Ignacio Trillo, quien adelantó a este periódico que este plan para reubicar a los conejos en su antiguo hábitat tendrá continuidad en los próximos años.

Cooperación

El proceso para la reintroducción de los animales en otros parajes se logra a través de la cooperación entre Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, las sociedades de cazadores y los ayuntamientos, mediante una serie de compromisos entre estas entidades con objeto de restaurar la calidad ecológica de los ecosistemas de la provincia y de abastecer de alimentos a especies en peligro.

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