Un mal incurable y caprichoso

«DESCONOCIDA y caprichosa». Tras estos rasgos calificativos se esconde una enfermedad del sistema nervioso central que afecta a 40.000 personas en España: la esclerosis múltiple (EM). Desconocida porque su causa y su cura aún están por descubrir y caprichosa, ya que suele manifestarse en brotes y su evolución es impredecible, lo que provoca una profunda sensación de 'futuro incierto'.

Con motivo de la celebración del Día Nacional de las personas con Esclerosis Múltiple, que se celebra el martes, la Federación Española para la lucha contra la Esclerosis Múltiple (Felem) ha puesto en marcha una campaña de sensibilización para mejorar la información que tiene la sociedad sobre esta patología desconcertante.

Este año, Felem ha escogido un personaje de cómic como protagonista de su campaña: la enfermera Esther Lucas, que conquistó al público en las décadas de los 70 y los 80. Con este personaje central se difundirán carteles, folletos y adaptaciones para medios impresos e Internet donde se explican algunas de las características más importantes de esta enfermedad neurológica que se presenta en adultos jóvenes, «cuando la vida está llena de proyectos, llenándola de incertidumbre».

La esclerosis múltiple es crónica, inflamatoria y desmielinizante del sistema nervioso central, resultado del daño que, por causas desconocidas, produce el propio sistema inmune sobre la mielina (capa protectora que rodea las fibras nerviosas del sistema nervioso central). Este daño interfiere en la transmisión del mensaje entre el cerebro y el cuerpo.

Esta enfermedad puede producir diversos síntomas como fatiga, falta de equilibrio, alteraciones visuales y cognitivas, dificultades del habla y dolor. La EM se da más en mujeres que en hombres y es una patología que no es contagiosa, hereditaria ni mortal.

Sin tratamiento definitivo

Afecta a nivel físico y psicosocial, influyendo en la calidad de vida, y es la segunda causa de discapacidad entre las personas de 20 a 40 años, después de los accidentes de tráfico. La investigación continúa, pero aún no hay tratamiento definitivo para esta enfermedad.

Existen varias formas de evolución de la esclerosis múltiple: la forma remitente-recurrente es el tipo más frecuente, en la que los brotes son imprevisibles y pueden aparecer síntomas en cualquier momento.

La forma progresiva secundaria surge cuando el grado de discapacidad persiste y/o empeora entre brotes. La modalidad progresiva primaria es menos frecuente y se caracteriza por la ausencia de brotes definidos, pero hay un comienzo lento y un empeoramiento constante de los síntomas sin un periodo intermedio de remisión.

La forma progresiva recidivante es atípica, en la que hay progresión desde el comienzo. Existe otra forma sobre cuya existencia real hay gran controversia, la esclerosis múltiple benigna: se caracteriza por tener tan sólo una recidiva inicial y, posiblemente, sólo un brote adicional y una recuperación completa entre estos episodios.