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Jueves, 6 de diciembre 2007, 02:31
Unos 200 funcionarios de la prisión de Botafuegos se concentraron ayer a las puertas del centro para expresar su solidaridad con los compañeros de la cárcel de Picassent por los hechos ocurridos el pasado 27 de noviembre.
Tanto dirigentes del CSI-CSIF, como de otras organizaciones sindicales también querían mostrar su protesta por la forma en la que se llevaron las negociaciones para conseguir la liberación de los tres operarios secuestrados por cuatro internos del módulo de aislamiento. Lamentan la gestión de la directora general, Mercedes Gallizo.
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