¿Jueces sin oposición?

También el ministro de Justicia, Fernández Bermejo, hizo ayer una propuesta, controvertida y polémica, de esas encaminadas a levantar fuerte polvareda: la de que los abogados que se licencien más brillantemente puedan ser jueces sin oposición. Con los argumentos de que está descendiendo el número de opositores y de que el tiempo de preparación de un opositor es de cinco años y medio, esta solución resolvería el problema y permitiría supuestamente a los mejores alcanzar la judicatura Es bien conocido que no son los abogados más brillantes quienes optan por la judicatura: éstos van a las oposiciones 'mayores' -notarías, abogacía del Estado- y al ejercicio liberal de la profesión, que son las actividades socialmente más relevantes y mejor retribuidas; los jueces y fiscales constituirían, pues, un destino generalmente secundario. En consecuencia, la propuesta carece de sentido.