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Lunes, 13 de agosto 2007, 04:46
La empresa de la plaza de toros de Torremolinos ofreció ayer una corrida de rejones que resultó entretenida por la variedad de los toreros a caballo. El coso cubrió casi la mitad de su aforo.
Se lidiaron cuatro novillos de El Campillo, grandes pero que sirvieron para los rejoneadores, y que ofrecieron un juego aceptable.
El francés Bernard Guiliber, que abrió plaza, fue ovacionado. El mexicano Gerardo Trueba, que estuvo bastante bien, fue premiado con una ovación por el fallo con los aceros. Manuel Oliveira, que mostró buenas cualidades, cortó una oreja y hubo una leve petición para la segunda, aunque la presidencia no la concedió. Por último, Javier Cano, rejoneador nacido en Jaén, estuvo cumbre, clavando con acierto y siendo efectivo con el rejón de muerte. Tuvo momentos de gran belleza. Cortó una oreja y dio dos vueltas al ruedo.
La empresa se plantea repetir este mismo cartel el próximo domingo 2 de septiembre por el éxito artístico obtenido ayer.
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