Rafael Vera, campeón del mundo de culturismo: «¿Dopaje? Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra»

Uff, quien le vea sin camiseta por la calle se asustará...

(Ríe) No es para tanto. Ni muerdo, ni me como a nadie.

Me temo que quien no le conozca no acertará su edad...

En efecto. La gente piensa que tengo 40 años. Cuando me preguntan siempre les digo que más de 45 años.

Pero usted empezó a practicar culturismo a los 35 años...

En los años setenta me vine a Torremolinos y monté unos negocios de deportes en la playa. La cosa empezó a ir regular, y lo dejé. Entonces, me salió un trabajo en la discoteca más famosa de Marbella y por eso me apunté a un gimnasio.

¿Para trabajar de portero?

Bueno, no exactamente. Era una discoteca sólo para clientes muy selectos. Me levantaba tarde, comía y me dio por irme a entrenar a un gimnasio. Vi que tenía facilidad y aquí seguimos.

Para tener un físico como el suyo habrá tenido que echar muchas horas en el gimnasio...

El secreto es vivir bien y llevar una vida sana. No he fumado ni bebido nunca en mi vida. Aunque he trabajado por la noche, después me iba a mi casa, no como otros que se quedaban y se quedan de copas.

¿Basta con comer claras de huevo o hay algún truco?

Truco no hay. Esto es una forma de vida. Hace falta constancia, continuidad y trabajo, mucho trabajo.

Entonces, ¿cuáles son las claves para tener un cuerpo musculado?

No cometer excesos y, sobre todo, que te guste esto. Lo que no puede ser es entrenar unos pocos meses y después dejarlo.

Y a usted, ¿qué le ha aportado tener esos músculos?

Familiarmente me lo ha dado todo. Tengo tres hijos, unos fenómenos, de 33, 31 y 28 años. Los tres hacen deporte, no fuman ni beben. Siempre han llevado una muy vida sana. Y lo más importante es que son así sin que yo se lo impusiera, ellos lo han elegido.

¿Cree que en la sociedad está bien visto el tener un físico como el suyo?

La gente que no conoce este mundo son los que lo critican. Las críticas al culturismo son producto de la ignorancia. El que sólo se deja llevar por la imagen exterior, y por toda la parafernalia, tiene una idea distorsionada de este mundo. Aquí, en mi gimnasio, hay gente que lleva 20 años entrenando, que habla maravillas de esto. Ahora si hablas con gente que nunca ha entrado, tendrá críticas destructivas, que si sólo son gente que se droga...

¿Qué cree que aporta el culturismo?

Te hace sentir bien. Te quita el estrés de encima. La gente que viene se aísla de todo, se meten en este mundo, hacen amistades... Salen con un bienestar, no es que lo diga yo, sino que lo dice todo el mundo.

Llegamos al milenario dicho de 'mente sana en cuerpo sano'...

Es lo primero que se recomienda. La gente viene muy ignorante. Siempre le preguntamos si ha tenido lesiones, le damos recomendaciones, que no beban, no fumen, que coman variado... Otra cosa es que después lo cumplan.

Pero la juventud de hoy tiene malos hábitos, ¿no cree?

Hay de todo. Mucha gente viene porque le gusta comer, para quemar y luego seguir hinchándose. Los que vienen a entrenar y luego consumen drogas siempre los hay. Procuramos que la gente que venga corrija esos hábitos y dejen las adicciones. El que entra en un gimnasio y le gusta, se engancha y ésta es la mejor droga, las pesas.

Y usted, ¿hasta cuándo piensa seguir entrenando y compitiendo?

Hasta que el cuerpo aguante y no se me caigan las arrugas (ríe). Este año volveré al campeonato del mundo y a EE. UU. no voy porque ya no se celebra el Olimpia de mi categoría.

Pero a usted, ¿qué le motiva para seguir entrenando?

Me siento como un chico de 20 años.

¿Le rejuvenece?

No sé, pero ya verá ahora cuando me quite la camiseta para las fotos. Mentalmente no tengo 62 años.

¿Está orgulloso de que no sepan su edad?

Sí, me gusta que me llamen abuelo y sea yo el que les gane en el gimnasio. Me siento en plena forma.

¿Qué le diría al que se mete con físicos como el suyo porque aseguran que tienen trampa?

Voy a cumplir 62 años, y el que me critique que venga y demuestre que está mejor que yo físicamente. Criticar para mal es muy fácil.

¿Piensa que existe hipocresía en el deporte con el tema del dopaje?

Sí, totalmente. ¿Quién no se toma una aspirina y al mismo tiempo otros se toman siete? ¿Quién no se bebe un whisky cuando hay otros que se beben siete? En lo de los anabolizantes pasa igual. Quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra. Y no sólo en los deportes, sino también en la vida en general. Además, creo que se está siendo injusto con algunos deportes, como el ciclismo, cuando en otros se está mirando para otro lado.

El culturismo busca la perfección, ¿qué es un cuerpo perfecto?

Es un imposible. Lo inalcanzable. Cada persona tiene una idea de la belleza. En nuestro caso son los jueces los que deciden. Puede que guste un volumen mayor y en otros casos menor. Pero, ¿qué es el cuerpo perfecto?

Eso le preguntaba...

Creo que no existe. Hay medidas, pesos, pero sobre todo se ve en la simetría. Que venga bien equipado desde gemelos hasta brazos. Hoy día se busca cuanto más grande mejor y eso no es bueno, porque conlleva riesgos para el organismo. Para llegar a esos niveles de sequedad y volumen al mismo tiempo tienen muy poca agua en el cuerpo y eso no es bueno para la salud.

Parece no estar muy de acuerdo con los estándares actuales...

Pues no. Antes se buscaba más la simetría, la estética y no tanto el volumen. Con 80 o 90 kilos era perfecto y ahora de 100 kilos para arriba. No es una cosa muy natural. Yo como lo que tengo hambre, lo que tengo ganas y no como un lobo.

¿Se está descontrolando?

Sí, desde hace una década es demasiado exagerado.

¿Cree que desaparecerá algún día el culturismo profesional?

No, lleva muchos años diciéndose. Cambiará, evolucionará para mejor, pero no creo que vaya a desaparecer. Después hay que distinguir el 'fitness' del culturismo profesional. Hay muchos chavales que vienen y entrenan para descubrir su cuerpo.

¿Conoce todos los músculos de su cuerpo?

Si no todos, casi todos. Más que a base de kilos entreno a base de técnica. Aislar los músculos es básico.